El refranero español es muy rico y
en el, podemos encontrar algunos refranes que deberíamos
utilizar con mayor frecuencia. Lo realmente difícil es
mostrar nuestro agradecimiento, nuestro cariño o nuestro
amor pero, nuestra sociedad, donde convivimos, esta
necesitada de estas demostraciones.
Por ello y, desde esta columna, solo me cabe felicitar a las
empresas ceutíes, El Pueblo y el Faro de Ceuta así como, a
las navieras Buquebús y Balearia, por su compromiso con el
pueblo de Ceuta que ha posibilitado, durante muchos meses,
que miles de familias de nuestra ciudad pudieran disfrutar
de unas tarifas beneficiosas y asequibles en sus
desplazamientos a la Península.
Ceutíes que, en muchos casos, no podían permitirse costear
las altísimas tarifas existentes y que, por fin, han visto
cumplidas sus históricas demandas de unas más justas y
equiparables con los precios existentes en otras rutas
marítimas.
Aunque, mi felicitación también se dirige al personal de
tierra de estas dos navieras, al personal de los mencionados
medios y al personal de las agencias de viajes que, han
agilizado el cumplimiento de los trámites requeridos para
obtener los tiques de embarque. Labor no reconocida y que,
en muchos casos, ha recibido la crítica de los propios
beneficiarios que, bien por desconocimiento de esos trámites
o por su insolidaria aptitud que, al acumular talones,
propiciaban el colapso de las diferentes taquillas
existentes provocando la crispación generalizada.
Una vez más, algunos ceutíes han mostrado el lado más
insolidario de una sociedad que debiera haber mostrado su
gratitud ante una campaña auspiciada y respaldada por
empresas privadas. Empresas que, han apostado directamente
por el pueblo de Ceuta incidiendo, individualmente, en cada
ceutí que aceptó las condiciones existentes.
No obstante, esperemos y deseemos que, este tipo de
iniciativas, a pesar de los desagradables comportamientos de
algunos ceutíes, se repitan en un futuro próximo. Que la
experiencia adquirida por estas empresas permita tomar las
medidas conducentes a subsanar las deficiencias detectadas
en el desarrollo de estas promociones. Y por supuesto, desde
esta columna, también me siento en la obligación de
solicitar, al pueblo de Ceuta, beneficiario de este tipo de
actuaciones, comportamientos cívicos con esos otros ceutíes
que, al desempeñar sus labores profesionales en estas
empresas, se han visto atacados injustificadamente, en
muchas ocasiones, psíquica y físicamente.
En definitiva, mi más sincera gratitud a estas empresas
privadas que nos han permitido viajar a precios reducidos
así como, solicitar a mis convecinos, aptitudes solidarias
al objeto de conseguir una mejor convivencia.
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