A pesar de la victoria, Carlos Orúe no estaba contento al
término del encuentro. En primer lugar porque no se
consiguió materializar un segundo gol que hubiera
significado ganarle al Águilas el golaverage particular.
“Sabiendo que allí perdimos 2-0, no hemos estado listos para
marcar el segundo”. Y es que “lo habíamos hablado durante la
semana, pero no ha salido”. Un motivo al que intentaba
quitar dramatismo, añadiendo que “me quedo con los tres
puntos. Si siempre me voy a ir disgustado, no voy a vivir
nunca”.
El otro motivo de su enfado fue la actuación arbitral.
Explicaba que “lo que no puede ser es que ellos se hagan
protagonistas”. Son “muy jovencitos para tomarnos el pelo a
los que somos un poquito mayores”. Y eso que al técnico
gaditano no le gusta hablar de los colegiados. “No me gusta
hablar de los árbitros, pero que se vayan nadando”.
En cuanto al partido en sí, el preparador caballa apuntaba
que “ha costado” sacar la victoria. El choque “ha sido muy,
muy difícil ante un equipo con muchísima talla por arriba al
que es difícil contrarrestar”. Una cualidad que llevaba
implícito el temor “de que a balón parado pudieran hacernos
daño”.
Para Orúe, el partido fue “duro”. Y contó que aunque “nunca
me dirijo al equipo contrario, a Tariq le he dicho que allí
ya nos la lió con los codos”. Habló con él en la primera
parte, y le dijo que “no me parecía bien. Nos jugamos todos
mucho”.
Otro dato comentado por el jerezano fue la inclusión de
Novoa en el once. El portero malagueño “está trabajando muy
bien y tengo confianza en los dos”. La otra novedad fue la
titularidad de Perita. “Yo no le cierro las puertas a nadie
que me diga durante la semana que quiere jugar”.
El próximo domingo, el Ceuta jugará con el Alcalá el tierras
sevillanas. Un partido para el que “habrá mucha presión”.
Aunque parece que a Orúe le preocupa más la actuación del
trencilla, que el propio rival. “Veremos a ver que hace el
tinerfeño, porque dependemos tanto de ellos...”.
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