12. LUNES
La comidilla del día es que la Asociación Deportiva Ceuta
vuelve a estar entre los últimos clasificados de su grupo.
Después de haber perdido en Linares, los aficionados se
preguntan cómo es posible que los fichajes hechos durante el
llamado mercado de invierno hayan servido sólo para codearse
con los conjuntos que andan dando tumbos en la Liga. Por lo
visto, hasta ahora, puede decirse que el encargado de elegir
a los jugadores se ha equivocado más que una señora haciendo
ganchillos con los ojos tapados. Ni a propósito se puede
confeccionar tan mal una plantilla. Y es así, sin duda
ninguna, porque carece de futbolistas en puestos claves. Lo
cual permite que en el césped se noten sobremanera las
carencias. Y no valen las excusas. Puesto que la persona
autorizada para realizar ese menester tan fundamental, ha
errado muchas veces y en dos ocasiones. Ojalá que el Águilas
vuele bajo, esta tarde, de domingo, y pueda ser abatida. De
no ser así, apaga y vámonos.
13. MARTES
La comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso
ha supuesto un jarro de agua fría para quienes esperaban
encontrarse a un demonio venido a menos. A un demonio
hastiado de sacarle las castañas del fuego a José Luis
Rodríguez Zapatero. A un Mefistófeles tocado de un ala y
dispuesto a entregarle la cuchara a Eduardo Zaplana. El
cual, por lo visto y oído, está todavía a muchas leguas de
distancia de la habilidad habladora que aún sigue exhibiendo
el actual ministro del Interior. El Fouchet español, el
hombre más odiado en la calle Génova, dio muestras
evidentes, una vez más, de que incluso estando en horas
bajas sigue siendo el mejor dialéctico de esta España
dividida por culpa de la política antiterrorista. Jugó con
los datos y los argumentos de la política penitenciaria a su
antojo. Y mantuvo la atención de los telespectadores. Su
actuación nos demostró, nuevamente, que domina la escena
como ningún otro y que su oratoria es incomparable. Tengo la
impresión, además, de que Eduardo Zaplana habrá soñado con
Alfredo Pérez Rubalcaba toda la noche. No es para menos
14. MIÉRCOLES
A las siete de la tarde enchufo la televisión, la situada en
la salita de estar, y me pongo a ver el debate en el
Congreso. Lo hago convencido de que la oposición seguirá
persiguiendo con saña al Gobierno. Mas llego en un momento
donde ZP está hablando de números. Y allá que permanezco
atento a la pantalla. Soportando, todo hay que decirlo, un
tostón insuperable. Puesto que tengo asumido que las
preguntas de los populares, antes de finalizar el debate de
Europa, serán flechas envenenadas. Dardos dispuestos a dejar
sin resuello al presidente y a la vicepresidenta. A Mariano
Rajoy lo delatan los movimientos de sus ojos. Hay un momento
donde parece un camaleón. Y he venido observando que ello le
sucede cuando se muestra eufórico. En cambio, a Eduardo
Zaplana le noto que está aún recuperándose de los golpes
recibidos el día anterior en el combate con Alfredo Pérez
Rubalcaba. Ángel Acebes, con las mejillas enrojecidas,
parece constipado. Llegado el momento, surge lo esperado:
los populares se comportan como un disco rayado. Preguntan
por las negociaciones con ETA, por la legalización de HB y
por la situación de Navarra. ZP les termina diciendo que “No
se achanta ante el montaje del PP”. Y allá que decidió darse
el piro. Luego, María Teresa Fernández de la Vega aguantó
impávida las arremetidas de Acebes y Zaplana. La sangre no
llegó al río. Menos mal.
15. JUEVES
A esa hora vaga de mediodía hallo por la calle a Miguel
Ángel Vallejo y garbeamos. Lo primero que hace es echarme en
cara el que haya dejado de visitarle los sábados. Y asumo su
merecida regañina. Puesto que hace tiempo que no pongo los
pies en su Casa: un restaurante donde se come más que bien y
se pasa superior a la hora del aperitivo. Ya sabrán ustedes
que me estoy refiriendo a La Pérgola. Pero dejando a un lado
la publicidad gratis, que tanto le gusta a mi amigo, debo
decir que ambos nos reímos lo nuestro durante el paseo. Iba
MAV presumiendo de terno oscuro con corbata a juego y
llevaba pinta de estar haciendo tiempo para entrevistarse
con político destacado. Y se me ocurrió preguntarle si acaso
él formaba parte de la cuarta vía. Mi amigo, que todavía
conserva intactos todos los pelos de espabilado, me miró de
manera que no se podía creer que yo estuviese al tanto de
sus andanzas políticas. Y allá que me representó una especie
de sainete, que a buen seguro que hubiesen firmado con gusto
los Álvarez Quintero, y que a mí me provocó la risa. Carmen
Romero ha dicho siempre que a Felipe González no le gusta la
política. A mí tampoco. Pero hablar de ella con Miguel Ángel
Vallejo me alegra la vida.
16. VIERNES
Fue por casualidad que vi el segundo tiempo del partido
entre el Shakhtar, vaya nombrecito, y el Sevilla. Y, por
tanto, pude celebrar en directo el gol de Palop en el último
segundo del tiempo de recuperación de un partido que tenía
ya a los sevillistas metidos en el tanatorio de la
competición europea de la cual es brillante ganador. El gol
del guardameta valenciano me hizo pegar el consiguiente
brinco y gritarlo cual si fuera el que le otorgaba un título
al equipo de mis amores: El Real Madrid. El triunfo de este
portero me place relatarlo. Me produce enorme satisfacción
verlo actuar. Jamás pierde la concentración y anda siempre
dispuesto a la ayuda de los compañeros. Tácticamente es casi
perfecto. Y, sobre todo, el lugar destacado que ocupa
actualmente se debe al esfuerzo de quien nunca fue presa del
desánimo ni se abandonó a su suerte cuando se le tenía
infravalorado y pintaban bastos para él. He aquí, pues, a un
tipo cuya voluntad y espíritu de sacrificio, amén de sus
portentosas cualidades, se han visto recompensados por una
jugada pocas veces posibles. Una jugada épica. Todo un
premio extraordinario para Palop y, desde luego, para Monchi.
Ese técnico del Sevilla, nacido en la Isla de León, maestro
del lincear, y por ello donde pone los ojos se obra el
milagro futbolístico.
17. SÁBADO
La conversación transcurre con la fluidez que suele aportar
el conocimiento que de la ciudad tienen los contertulios.
Ayuda también, y conviene reflejarlo, que el fin de semana
está a la vuelta de la esquina y ello añade un plus
estimulante a quienes suelen cambiar cromos. Alguien cuenta
lo que va diciendo un empresario acerca de cómo le ha dado
coba a otros empresarios. Y, desde luego, a partir de ese
momento soy todo oídos. El empresario, en cuestión, va
largando lo siguiente: “Le he sacado veinte millones de
pesetas, pues él no acostumbra a hablar en euros, al Partido
Popular. Y lo he hecho por medio de la persona que manda en
ese partido”. Preguntado si el que manda es Juan Vivas, el
hombre no ha tenido reparos en responder: “¡Bah!... A ver si
os enteráis de una de vez que en ese partido el que lleva la
correa en su sitio es Pedro Gordillo”. De ser verdad lo
reseñado, mal hace el empresario en ir propalando su jugada
de listo. Y si acaso es mentira, flaco favor le está
haciendo al PP. Y, sobre todo, a su presidente en Ceuta.
Mientras tanto, Juan Vivas acudirá hoy, ya domingo para los
lectores, a sufrir un rato en su palco del Alfonso Murube.
¡Qué cosas...!
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