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OPINIÓN - SÁBADO, 17 DE MARZO DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

Ministras tontas (!)
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Una vez dije que el día que haya el mismo número de tontas que de tontos ocupando cargos públicos y privados será la prueba fehaciente de que la igualdad entre hombres y mujeres se ha conseguido. Así que no entiendo las razones que tienen algunos para estar siempre desacreditando a las ministras socialistas. Como si las chicas de la derecha fuesen un dechado de virtudes y estuvieran sobradas de caletre.

O es que ya se han olvidado los tales de Celia Villalobos. Por poner un solo ejemplo. Cuya mejor aportación a la vida pública fue, si duda, lucir minifalda en los debates donde el inefable Jesús Hermida nos cautivaba con la palabra, con sus visajes y con su forma americana de hacer televisión. Y, desde luego, nos llevaba al huerto ordenando a sus cámaras que nunca perdieran de vista las hermosas piernas de aquella malagueña, en plena lozanía.

Porque las piernas de la que, además de alcaldesa de Málaga y diputada, fue ministra de Sanidad, eran el mejor reclamo para quienes manteníamos dudas a la hora de votar. Y es que Celia, cuando jugaba a cruzar las piernas a lo Sharon Stone, avivaba en los hogares el deseo de la pareja de irse al tálamo con la convicción de que no habría el menor asomo de gatillazo.

Luego, cuando la nombraron ministra, debido a que como dicen algunos es cargo al que puede acceder cualquiera, supimos perdonarle todos sus yerros, por haber lucido su muslamen de juventud cual remedio infalible para estimular nuestros deseos dormidos. Aún recuerdo de qué manera salí yo en defensa de Celia cuando llevó el problema de las vacas locas cual si fuera tonta del bote. Pero en mi imaginación estaba siempre la Villalobo de Hermida. La mujer que era seguida por las cámaras para hacernos pensar que ni siquiera la mejor Marlene Dietrich había sido propietaria de semejante piernamen.

Tampoco escatimé elogios hacia Celia cuando votó a favor de los matrimonios entre homosexuales y el diputado por Ceuta, Francisco Antonio González, la puso a parir. No entendí, entonces, que este muchacho le afeara la decisión más acertada que había tomado Celia en toda su vida política. Pero bueno, ven ustedes de qué manera hablando del muslamen de juventud de Celia Villalobos se me ha ido el santo al cielo y he perdido el hilo de lo que quería decir. Lo que quería decir es que me parece de mentecato tachar de tontas por sistema a las mujeres pertenecientes al partido socialista y que han sido elegidas para ocupar un ministerio.

Y se me ocurre lo siguiente: detrás de esas ministras, seguramente, habrá asesores y técnicos muy principales. Hombres más que mujeres encargados de estudiar proyectos a fin de que las ministras los expongan y si es posible consigan que se hagan realidad por medio de leyes. Y deduzco que si las ministras del PSOE son más tontas que las del PP es porque los hombres socialistas son también más tontos que los populares. Con lo cual el silogismo se completa así: en el PP están las lumbreras españolas y en el PSOE se dan cita todos los ineptos del país.

La ministra de la Vivienda, María Antonia Iglesias, ha visitado Ceuta. Y le achacan el haber cometido un error de tonta, como no podía ser menos, tratándose de una ministra socialista. Y todo porque la extremeña ha tenido el atrevimiento, después de firmar dos convenios con el presidente de la Ciudad, de hablar con fines electoralistas.

Lo cual ha sentado como un tiro entre quienes creían que las tontas, aun siendo ministras, deben olvidarse de hacerle el artículo a su partido. Al partido que les ha permitido que sea posible que el número de mujeres tontas (!) se vaya igualando al de los tontos con cargos.
 

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