La facultad de Educación y Humanidades de Ceuta acogió ayer
una conferencia, impartida por la profesora de la
Universidad de Granada, Purificación García, bajo el título
‘La educación de género en la literatura infantil’. Un
recorrido por las figuras clásicas de los cuentos hasta la
actualidad en forma de análisis comparativo. Un proceso de
renovación de los patrones femeninos y masculinos “que no
empezaron a cambiar hasta los años sesenta” y que, en la
actualidad, “muchas veces aún se reproducen”.
Una bella mujer débil, dependiente, indefensa en su castillo
y un hombre poderoso, fuerte y sin carga emotiva son los
protagonistas para todo escritor de talante tradicional.
Pero los modelos experimentan el movimiento sociocultural y,
hoy día, convive la más tímida de las Cenicientas, símbolo
de la promoción del matrimonio, con su versión actual. “La
Cenicienta rebelde es una maravilla porque disfruta de la
naturaleza y es ella quien rescata al príncipe”, enfatiza.
García sostiene que no hay ningún cuento clásico que deba
desdeñarse hoy. “Los modelos arcaicos pueden ser más o menos
constructivos, todo depende de la visión crítica que se le
infunda al niño”. De hecho, subraya que “los valores de los
antivalores pueden ayudar a reflexionar e interpretar el
mundo”. Frente a esto, los nuevos modelos de igualdad
refuerzan el cambio del heroe por la heroína; “ahora el
hombre también expresa sentimientos”.
La docente de la UGR realizó la ponencia tras haber
elaborado un estudio previo sobre la evolución de la
literatura infantil a lo largo de la historia. “Noté un
cambio en los valores de los modelos de feminidad y
masculinidad y en las figuras animadas. “Otro estudio
demostró que los niños asignan un género u otro a los
animales porque perciben elementos simbólicos”. Esto es: un
oso con maletín es un ser masculino y el oso con delantal es
femenino.
Al respecto de quien tiene la responsabilidad en la elección
de cuentos y en la forma de educar, lo tiene claro: “La
familia es la principal deudora de cómo crecen los niños”. Y
añade un apunte: “los escritores e ilustradores de los
cuentos también juegan una baza interesante, pero los que
compran y leen no a sus hijos, ya se sabe quienes son”.
En su opinión, el sistema educativo español se ha adaptado
para educar en valores, pero “el esfuerzo fundamental” recae
en manos de los padres, reseña.
Todos los cuentos
De entre todos los cuentos, García no se queda casi con
ninguno. Reconoce una admiración por la obra de los hermanos
Grimm, pero considera que “todos ellos aportan a la historia
de la literatura”.
“Hacer un recorrido por la tradición literaria es descubrir
que, al final, muchos de los principios sociales que
fomentan la desigualdad se mantienen. La cuestión -insiste-
no es rechazar los valores discriminatorios, se trata de
saber ponerlos en su sitio”.
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