La portavoz de la Ciudad, Yolanda Bel, confirmó ayer que la
intención del Gobierno es la de cerrar las naves del Tarajal
que al final del proceso se encuentren indocumentadas.
La decisión de la sanción, que se acompañará del cierre, se
tomará en base a unos informes jurídicos, precisó. “Una vez
se resuelva el proceso de aquellos que hayan presentado la
documentación se procederá a actuar contra los que no han
participado. Para estos, los informes jurídicos serán los
que digan la medida sancionadora que se deba tomar”, precisó
la portavoz de la Ciudad.
Pese a que la maquinaria de la Ciudad ha empezado a
funcionar, la portavoz no pudo precisar con certeza el
periodo temporal en el que se producirán los primeros
cierres: “Tardará meses porque no es una cuestión simple ni
fácil. Hay papeleo, trámites y procedimientos”, agregó.
Llamamiento a la colaboración
En pleno proceso regularizador, desde la Ciudad se hizo un
nuevo llamamiento a la colaboración por parte de los
empresarios de las naves del Tarajal. “Ya se pidió en su
momento y el tiempo ha demostrado que para resolver este
asunto tiene que haber colaboración de las dos partes”,
espetó.
Respecto a los plazos concedidos por la propia Ciudad, Bel
coincidió con el viceconsejero de Fomento, Juan Manuel
Doncel al considerar que estos “están siendo suficientes”.
Asimismo, esta expresó que la Ciudad está poniendo mucho de
su parte al pedir “de manera reiterada y por distintas vías
la información necesaria”.
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El polígono pide más efectivos policiales
El polígono comercial del Tarajal
parece estar sufriendo un repunte de violencia, a tenor de
lo indicado por el presidente de esta zona cercana a la
frontera. Según Mohamed Ahmed, cada día se producen varios
robos a punta de navaja protagonizados por ciudadanos
marroquíes que cruzan la frontera. Bolsos, dinero y enseres
son los botines de estos individuos.
Estos sucesos se producen tras las 13.00 horas cuando se
cierra el Biutz y la presencia policial es menor. Por ello,
desde el polígono se reclama a la Ciudad más dotaciones
policiales que hagan a los maleantes pensarselo dos veces
antes de actuar.
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