Desde el pasado jueves, las autoridades marroquíes
desplegaron más de 19 controles policiales en las carreteras
que unen las ciudades de Tánger y Tetuán con Ceuta y las de
paso entre Nador y Melilla.
Se trata de un dispositivo realizado por la Gendarmería Real
que cuenta además con un apoyo de fuerzas auxiliares. El
propósito más inmediato es el de evitar a toda costa la fuga
de posibles activistas islámicos de células terroristas
hacia el territorio español.
Como han podido explicar fuentes oficiales a EL PUEBLO,
agentes del servicio de inteligencia marroquí están
colaborando de forma estrecha tanto en el país vecino como
en Ceuta y Melilla para responder a una situación de alerta
de “nivel 2” instalada en el territorio español desde que
comenzara hace unas semanas el juicio del 11-M.
“No sólo todos los organismos oficiales de cualquier ciudad
del territorio español se encuentran en una situación de
vigilancia constante, sino también, y muy especialmente las
dos ciudades autónomas”, explicó un agente de la policía
melillense.
Tal y como ha podido saber este medio, el hecho de que en la
mañana de ayer existiera especial vigilancia en las
mezquitas de Ceuta y Melilla, sobre todo en la que está
situada en el barrio ceutí de Sidi Embarek y en la del
barrio melillense de Cabreriza, zona que cuenta con más de
4.000 habitantes musulmanes, responde al intento de las
autoridades españolas de controlar los alrededores de estos
posibles núcleos urbanos en los que los terroristas podrían
refugiarse y pasar desapercibidos.
El despliegue policial español ha traído hasta Ceuta a
varios agentes especialistas en la lucha contra el yihadista
salafista . Éstos trabajan de forma directa con los agentes
del servicio de inteligencia marroquí.
Una de las zonas más vigiladas en la jornada de ayer fueron
los lugares de oración sobre todo con la masiva llegada de
fieles a las horas del rezo.
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Dispositivo de seguridad en las carreteras
Desde el pasado jueves, las
carreteras que unen localidades limítrofes con acceso a
Ceuta y Melilla han manifestado un importante despliegue
policial ante la alarma suscitada en el territorio, tras la
explosión registrada en un cibercafé de Casablanca el pasado
domingo, en el barrio de Sidi Moumen, uno de los guetos más
marginales de la ciudad.
Agentes de la Gendarmería Real y un importante apoyo de
fuerzas auxiliares vigilan muy de cerca el paso por las
carreteras entre Tetuán, Tánger y Ceuta y Nador-Melilla. Se
buscan individuos sospechosos que puedan formar parte de
alguna célula terrorista islámista.
Los controles en el territorio marroquí se suceden. Son más
de 19 los dispositivos policiales instalados en este
territorio.
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