El presidente Vivas reconoció en su visita a las obras del
nuevo polideportivo del Recinto que lo de los barracones del
Sardinero se está convirtiendo en un asunto “peliagudo”.
Después de que el PSOE le instase ayer a derribar “ya” los
antiguos pabellones industriales porque “se haga lo que se
haga en esos terrenos las naves tendrán que ser demolidas”,
el jefe del Ejecutivo ceutí recordó a la oposición que
“vivimos en un Estado de Derecho” y que para realizar una
demolición de esas características “hay que cumplir ciertas
reglas”.
“Los barracones no han podido ser declarados en ruina y, en
consecuencia, la Ciudad no puede derribarlos”, explicó
Vivas, quien señaló que hasta ahora ha sido “imposible”
llegar a un acuerdo sobre este tema con sus propietarios, a
los dijo haber instado a que tengan sus propiedades
“conservadas en debidas condiciones, y si no lo hacen
tenemos la obligación subsidiaria de hacerlo nosotros, como
hemos venido realizando periódicamente durante los últimos
meses”.
A preguntas de este periódico la portavoz del Gobierno,
Yolanda Bel, lamentó también la imposibilidad legal de
ejecutar el derribo de las naves al ser “una propiedad
privada que no ha sido declarada en ruina, como sería
preceptivo para demoler”.
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