No pareció generarle un contratiempo pero, como era obvio
ante un proyecto sobre el que el PP se abstuvo ayer durante
su votación en el Congreso, el presidente Vivas recibió con
frialdad tanto la aprobación definitiva de la Ley de
Igualdad promovida por el Gobierno de Zapatero como la
moción para “poner a prueba el compromiso del Pleno con las
mujeres” que el PSOE le planteará el próximo lunes. “Soy
respetuoso con la posibilidad que tiene cualquier partido de
llevar asuntos al Pleno y también con la respuesta que cada
grupo parlamentario les dé, y como esta propuesta no ha
pasado aún por el Grupo Parlamentario Popular no puedo
anticipar su votación”, se escurrió Vivas, que sí aceptó
hacer “alguna consideración” al respecto.
Entre ellas la primera fue calificar de “electoralista” la
moción socialista: “Hace nada se ha aprobado en el Congreso
y en el Senado la Ley de Igualdad, en virtud de la cual se
establecen los porcentajes que han de respetarse en
cualquier órgano colegiado o en cualquier lista que se
presente a las elecciones”, reconoció el presidente, quien
se comprometió, como no podía ser de otra manera, a cumplir
“estrictamente” con la Ley.
Pero no sólo por obligación: “A este Gobierno”, advirtió,
“no se le puede acusar de no dar a las mujeres la
significación que merecen, porque hasta el fallecimiento de
la consejera Elena Sánchez la mayoría del Ejecutivo eran
mujeres. Vivas se preció además de haber conseguido siempre
“experiencias extraordinariamente positivas” en sus
relaciones laborales con mujeres.
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