PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 13 DE MARZO DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

El can de entrada y el gas de salida 
 


José Luis Navazo
jlnavazo@elpueblodeceuta.com

 

Es cierto. Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro. Por eso me ha dolido la muerte, el pasado miércoles día 7, del benemérito can experto en explosivos, me aseguran que debido a un envenenamiento progresivo añadiendo -mis fuentes oficiosas- que si fuera un perro experto en droga sería para sospechar pero, ¿de explosivos...? ¡Cap problem!. Yo, que soy más raro y bonito que un San Luis, vuelvo la oración por pasiva y lo que me escama es que fuera precisamente el fiel chucho experto en explosivos el que la palmara. Los tenemos muy cuidados, las perreras no veas, pero claro sus cuidadores les dan cuartelillo y el animalillo habrá ido comiendo cualquier porquería. Yo lo siento por muchas razones: la seguridad, con los tiempos que corren, la primera (¿Y hay más perros en servicio?, inquiero. Pues no sé, a lo mejor, pero igual están de prácticas en Madrid); también por el pobre perro, claro y, cómo no, por su cuidador, que tendrá el corazón henchido de dolor y más grande que un tricornio (no es ironía). Perdone el lector, pero ésto a mí me da mal rollo cuando en puridad en Ceuta y Melilla tenía que haber, alistados y operativos, un pelotón de canes con su naricillas especializadas en oler explosivos. Escribo, como siempre, por algo. En cuanto a los guardias-cuidadores (y lo siento por ellos) que extremen el celo. Un oficial superior puntilloso -y luego clamarán los sindicatos camuflados del cuerpo- bien pudiera ver oportuno aplicarles, con dolor de corazón, la figura jurídica de comisión por omisión, el lector ya me entiende.

Más cutre y grotesco es el papelón desempeñado por Don Juan Carlos y Doña Sofía enviados por el republicano Zapatero (el ejecutor de la Segunda Transición en marcha) a templar gaitas en Argel, después del amoroso encuentro de ZP/PZ (tanto monta, monta tanto) en Rabat. Siempre he defendido una vecindad muy especial con el Reino de Marruecos, pero sin hacerle feos a las relaciones diplomáticas con el resto de los vecinos del Magreb, particularmente Argelia. Lo que me parece altamente preocupante es la doble cara de la diplomacia moratina (lo siento y a mamarla): el Gobierno de Zapatero, con el Presidente José Luis en cabeza, afirma una cosa en Rabat y luego manipula a los Reyes de España (unos mandados) para que, sutilmente, en Argel maticen casi lo contrario. O só o árre. Mis magrebíes no son tontos y acabarán pidiendo aclaraciones. Al zapatero ese se le acaban los conejos de la chistera.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto