La reacción, de una gran parte de
la sociedad española, condenando la decisión del Ejecutivo
de Zapatero, de excarcelar al asesino, De Juana Chaos, tras
su extraña y voluntaria “huelga de hambre” junto a, la
convocatoria de manifestación anunciada por el Partido
Popular, ha provocado la indómita reacción del partido
socialista.
Gabinete de crisis, de la Ejecutiva Federal de los
socialistas para elaborar un argumentario con el que han
pretendido demostrar que los gobiernos de José María Aznar
procedieron en la misma línea que nuestro actual Gobierno.
Dicho documento justifica la excarcelación de De Juana
comparándola con las realizadas por José María Aznar,
pretendiendo argumentarla por razones humanitarias, obviando
matices muy relevantes. Comparan el caso De Juana, quien
voluntariamente decidió efectuar una “dudosa huelga de
hambre” durante la cual, incluso ha mantenido relaciones
intimas con su pareja, con casos de enfermedades terminales
o derrames cerebrales.
Para aclarar algunos casos de la etapa anterior y señalados
por los socialistas; Esteban Nieto, cáncer de hígado
terminal, falleciendo un año después. Miguel Sarasqueta,
derrame cerebral. Santiago Díez, fallecido por un tumor.
Julián López, fallecido por tumor. Otras, colaboradores de
ETA, sin delitos de sangre y justificadas médica y
psicológicamente.
Obviando, intencionadamente, que los gobiernos de José María
Aznar aplicaban los beneficios penitenciarios impuestos por
Ley, de carácter automático y que, en varias ocasiones,
intentaron cambiar la legislación existente encontrándose
con la negativa de los propios socialistas hasta que,
alcanzaron la mayoría absoluta. Y, por supuesto, olvidan
absolutamente su etapa de Gobierno con Felipe González,
Corcuera y Belloch.
En definitiva, los beneficios penitenciarios y las
excarcelaciones por razones humanitarias de la época Aznar,
en ningún caso, fueron consecuencia de una medida de presión
como la huelga de hambre que ha seguido Ignacio de Juana
Chaos. Y, por supuesto, jamás se “reagrupo” presos de ETA
sino, traslados desde cárceles insulares a peninsulares por
razones logísticas.
Una vez más, nos encontramos con una respuesta demagógica e
infame por parte de los socialistas, habituados a utilizar
los datos existentes fraudulentamente. Aunque, en todas las
ocasiones y, tras el estudio de la misma, han recibido la
respuesta adecuada de la sociedad española.
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