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OPINIÓN - domingo, 11 DE marzo DE 2007

 

OPINIÓN / SNIPER

“Cartago, veo clara tu suerte”
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

Escribo estas líneas mascullando el bochornoso espectáculo (el otro día en las Cortes, ante ayer en Ceuta) de esa caterva de ganapanes entetada en las ubres de la res pública; esa desvergonzada y trinconera clase política que sigue haciendo buenas las sarcásticas palabras del Conde de Romanones: ¡joder, qué tropa!. Y, encima, con el enlutado aniversario del 11-M presente. Apretando los dientes y recurriendo al autocontrol: yoga y stoa.

11-M. No se trata de PSOE o de PP. El 11-M es, como Ceuta y Melilla, una cuestión de Estado. Máxime cuando la sombra del terrorismo (islamista o etarra, quizás ambos), más alargada que un ciprés, ha logrado poner a nuestra meliflua y acobardada sociedad de rodillas. Como en el fútbol: ‘Terrorismo 1/España 0’. Y Europa, ya veremos. Todo depende ahora de la evolución en el polvorín afgano. Y del mando (no solo militar, político primero) de las tropas occidentales allí destacadas. Porque el enemigo, silente en los países europeos embozado en la takiya y aguerridamente emboscado en el frente, nos está preparando -como advertí hace poco- un Rocroi; un Annual; un Dien-Bien-Fú. Y volverá a atacar (es mera cuestión de tiempo... y momento) en uno de los flancos más débiles: Ceuta por ejemplo (aunque me inclino personalmente por Melilla), en un mortífero atentado adobado con las pertinentes maniobras de intoxicación de la opinión pública.

¿A varias bandas como en el 11-M?. Porque los atentados terroristas, la fenomenología del terrorismo en sí, está siempre manipulada: en su desarrollo..... o en sus resultados. Como sabe cualquier alumno que curse el primer nivel de cualquier Escuela de Guerra Psicológica. Y, en el 11-M precisamente, nos encontramos con una auténtica pieza de arte del ramo, en la que han interactuado dos añejas técnicas de manejo de masas tácticamente habilitadas:

a) El terror en estado puro.

b) La manipulación informativa.

Por lo demás, la voladura terrorista de trenes no es algo nuevo en la historia. El o los autores intelectuales del 11-M bien pudieron inspirarse en el Strage di Bologna, la matanza en la estación de trenes de la famosa ciudad italiana que dejó tras sí 85 personas asesinadas y otras doscientas heridas el 2 de agosto de 1.980. Los organizadores del atentado no han sido descubiertos hasta la fecha, pero el modus operandi y las maniobras de diversión pueden servirnos de referente. Con una acotación añadida: el terrorismo es una de las armas más barata, eficaz y letal del variopinto arsenal de la Guerra de Baja Intensidad y de la Guerra Psicológica. Y permítanme una disgresión: si el terrorismo es, además de inadmisible, repulsivo, hay algo todavía más despreciable: la idea del atentado, la planificación del mismo y, posteriormente, su rentabilización.

Para mí y después de quebraderos de cabeza que no vienen al caso, todas las opciones siguen abiertas. Estamos aun lejos de su esclarecimiento. Y, puede creerme el lector, al ofrecerle estos apuntes escritos desde las entrañas solo me mueve -a estas alturas- una actitud puramente filosófica: el acceso al conocimiento, el franqueo de las puertas de la verdad: caiga quien caiga y pese a quien pese. Recuerden, en el terrorismo internacional -muchas veces también en el doméstico- nada es lo que parece.

Para empezar a desenredar el 11-M (como antes en Nueva York o Casablanca) quizás puedan ayudarnos las matemáticas, particularmente la teoría de las magnitudes vectoriales que indican, no cantidades.... sino direcciones. Su aplicación al caso que nos ocupa es particularmente recurrente, pues examinado el asunto y atisbadas las direcciones hacia las que apunta, las respuestas que sugiere (contésteselas a sí mismo el lector) nos indican el vector (camino) o vectores que apuntarían al entorno de la presunta autoría intelectual. Siguiendo pues esta pauta, podemos metodológicamente agrupar tres vectores diferentes:

1. ¿A quién sirvió el atentado?.

2. ¿Qué nuevas situaciones creó?.

3. ¿Qué intereses resultaron beneficiados?.

De forma complementaria, les planteo, por encima de cualquier atisbo ideológico o partidista, las siguientes hipótesis de trabajo para los atentados del 11-M:

- Siguen sin estar completamente aclarados.

- Pese a la voluntad de los terroristas (ejecutores de la acción), el atentado se presta como pocos a la manipulación.

- Aunque la masacre de Madrid suele englobarse dentro de las acciones del terrorismo internacional, este encubre fenómenos harto diferentes, presentándose como una realidad poliédrica.

- ¿Quién ha reivindicado el atentado?. ¿Y quién lo ha negado...?. Seamos súmamente cautos a la hora de dar pábulo a las informaciones recibidas..... y la ortodoxia oficial.

- Un ejemplo: no podemos meter en el mismo saco los atentados de Nueva York, Casablanca o Madrid. El segundo (Casablanca) esconde poderosas claves internas. El del 11-M rompió las alianzas forjadas tras el 11-S. ¿Capicci?.

Chapuzas aparte, intereses políticos a un lado, la catarata de datos espúrios subrepticiamente introducidos en el complejo fenómeno del 11-M apesta a curtidos equipos de operaciones psicológicas..... lejos de la mentalidad de gran parte de los sentados en el banquillo. La mente estratégica el que el 11-M nos golpeó duramente en el sitio y momento adecuado está fuera de nuestras fronteras..... pero tuvo una inestimable colaboración táctica dentro..... de lo que todavía se llama España.

Cartago, veo clara tu suerte. Profetizó Aníbal transido de dolor al tener, entre sus manos, la cabeza ensagrentada de su yerno Asdrúbal .....

A buen entendedor, ¡salud!.
 

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