PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 11 DE MARZO DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

Palabras como balas
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Miguel Ángel Rodríguez, periodista que fuera cargo importante en el Gobierno de Aznar, y amigo íntimo de éste, ha dejado entrever que Felipe González tuvo que ver con el atentado sufrido por el entonces candidato a la presidencia del Partido Popular.

Oigo estas declaraciones en La Sexta de un sábado por la tarde, cuando muchos ciudadanos se preparan para manifestarse contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y no puedo por menos que encogerme. Que sentir esa inquietud causada por quienes usan las palabras como armas de destrucción masiva.

En esta España actual, los hay que se han propuesto alentar a las masas para que pierdan los papeles y se haga realidad una noche de cuchillos largos. Aquí, como decía un columnista a quien suelo leer, no hay escapatoria: “O se está con el Gobierno o con la oposición”. O se sale a la calle para gritar consignas contra Zapatero o se le disculpa; cualquier cosa menos pedir calma y tratar de hacerles comprender a unos y otros que están jugando con fuego. Puesto que quienes adoptan esta postura, lejos de la sinrazón y del grito por sistema, son considerados tibios carentes de valor por no tomar partido por uno de los lados contendientes.

Los hay que no quieren entender que haya personas que no son ni del PP ni del PSOE. Que han llegado a la conclusión de que tienen que poner en cuarentena todos los mensajes que reciben. Y que suelen votar tras analizar minuciosamente comportamientos de quienes lideran unos partidos dispuestos a lo que sea con tal de ganar unas elecciones. Y no todo vale.

No vale, de ningún modo, que un dirigente de un partido le diga a otro que está del lado de los etarras. Esa acusación es, además de una calumnia, colocar al afrentado frente al pelotón compuesto por quienes están esperando cualquier indicación para cometer una salvajada.

El ejemplo más reciente se ha dado en el fútbol. Cuando dos presidentes consiguieron que las divisiones entre béticos y sevillistas estuviesen a punto de poner un muerto en un escenario que ellos antes habían preparado al efecto.

Escribo muy de mañana de un sábado que tiene en Madrid el fin de fiesta de unas manifestaciones habidas ya en toda España. Destinadas a arremeter contra la política antiterrorista del Gobierno socialista. Y, sobre todo, convocadas para medir la fuerza y capacidad de movilización que tiene Mariano Rajoy frente al poder del PSOE. Y quedo enterado además de cómo se ha desarrollado la manifestación en Ceuta.

Los periódicos no se ponen de acuerdo en lo tocante al número de asistentes. Unos hablan de setecientos y otros de mil. Tampoco el número de participantes ha sido como para que los interesados tiren cohetes. De haberse convocado la manifestación para concitar opiniones favorables al presidente de la Ciudad, se habría triplicado el número de participantes.

A Juan Vivas, por disciplina de partido, le hacen figurar en actos que a él se le atragantan. Y es que cada cual es como es y resulta muy difícil cambiarle el paso. Ojo, pues los hay siempre dispuestos a tergiversar las opiniones, no estoy diciendo que la sensibilidad de Vivas no se resienta ante el trágala legal de que De Juana Chaos se haya ido a su casa. Sino que a él, a pesar de eso y de otras cuestiones, le sienta fatal ser cabecera de cartel de cualquier manifestación. No se siente a gusto portando ninguna pancarta. Y mucho menos gritando consignas fabricadas en Madrid.

De ahí que, conociéndole, me atrevo a pensar que una duda puede estar rondando su caletre: ¿Influirán estas demostraciones en contra de mi tirón electoral? Uno siempre tratando de ir más allá de lo que son las apariencias.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto