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Sin prisa pero sin pausa, el
proyecto para contar con un campus universitario en Ceuta
digno de tal nombre va tomando forma. El Gobierno
autonómico, principal promotor de esta apuesta, ha mantenido
durante meses contra la incredulidad de muchos que el
complejo era posible y que el Cuartel del Teniente Ruiz es
el mejor escenario para instalarlo.
En otoño pasado, el delegado del Gobierno viajó a Madrid
para, entre otras cosas, convencer al subsecretario de
Educación y al secretario de Estado de Universidades de las
bondades de la iniciativa y vencer, al menos en parte, las
reticencias del Ejecutivo central a aportar fondos para
cubrir los cerca de 20 millones de presupuesto que
necesitaría la obra.
Si la Ciudad Autónoma no dispone de los fondos necesarios
para acometer un proyecto tan necesario para Ceuta y muy
especialmente para sus jóvenes, que protagonizan los peores
índices de fracaso escolar del Estado, la Administración
central tiene en el campus universitario una oportunidad de
oro para demostrar, no sólo poniendo dinero, que le preocupa
sinceramente esta ciudad a medio y largo plazo.
Mientras se decide, el Gobierno autonómico ha dado los pasos
necesarios para contar con el beneplácito hacia el proyecto
de los que serán sus verdaderos protagonistas, la
Universidad de Granada y la Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED), en cuyas manos está desde hace
meses el anteproyecto elaborado por la Consejería de
Economía y Hacienda sobre el asunto.
En él se aboga, ante la indecisión gubernamental, por un
modelo de colaboración entre el sector público y privado que
habrá que gestionar con suma cautela. El interés general
debe primar en este asunto por encima de todo porque los
réditos de este proyecto no van a ser sólo monetarios: la
verdadera riqueza que generará estará en los jóvenes que
pasen por sus aulas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
