Este año se celebra la tercera edición del proyecto ‘El
desierto de los niños’ en el que 72 niños de localidades
españolas partirán hacia Marruecos el próximo 30 de marzo
para pasar allí una semana visitando diferentes colegios
marroquíes. Los jóvenes tienen edades comprendidas entre los
4 y los 14 años, teniendo la mayor parte de ellos, siete y
ocho años. El grueso de los jóvenes vendrá desde Barcelona,
Sevilla, Cuenca, Cantabria, Guipúzcoa y Madrid.
La idea nació del periodista y aficionado al Dakar, Nacho
Salvador, que ha realizado muchos viajes a África durante su
vida, y un día se planteó llevar niños españoles a
Marruecos. Cuando se empezó a hacer realidad, consideraron
que era una apuesta arriesgada puesto que se trataba de
llevar a niños europeos que lo tienen todo y cuyos
referentes son unos colegios que tienen canchas de
baloncesto, campos de fútbol y aulas con todo tipo de
equipamiento.
La iniciativa parte de la idea, según la portavoz de la
iniciativa, Irene González, de que “teníammos que devolverle
a África, algo de lo que ella da, que es el color y la
sonrisa; teníamos que llevarles algo que no fuera limosna, y
se planteó el buscar material escolar, pero material escolar
que necesiten ellos realmente”. Así, al contárselo a la
empresa Acuarius, les gustó la idea y aportaron dos
toneladas de material escolar.
Entre el diverso material que van a llevar, este año hay
globos terráqueos, grandes encerados, borradores,
rotuladores, ceras, bolígrafos, cuadernos, mapa mundis y dos
ordenadores, porque hay unos colegios que tienen luz
eléctrica. Llevan, además, balones de fútbol y material para
realizar juegos colectivos.
Irene González, explica que “cuando se enteran de que vamos
a ir resulta un aliciente para que los niños vayan al
colegio, porque allí no es obligatorio y el índice de
alfabetización es muy bajo”. Además, añade que “tenía que
ser algo que de verdad llegara a los colegios y no de cara a
la galería y, sobre todo, para los niños españoles resulta
muy importante ya que les hace ver otro mundo distinto al
suyo. Hay colegios que tienen aulas pequeñísimas, en las que
hace mucho calor con mesas antiguas y así ven que existe
otro modo de vida, otra cultura, otros niños que no tienen
nada y también, les sirve para conocer otro país y viajar
con sus padres”.
Desde Coca-Cola se les propueso que pidieran a los niños
marroquíes que les dieran algo a cambio. Así, a los colegios
que van a visitar les han pedido que, de forma voluntaria,
los niños que quieran les hagan un dibujo. En la edición del
año pasado recopilaron mil dibujos y este año quieren hacer
una exposición.
Como novedad, este año van a plantar un pequeño oasis con
palmeras y van a visitar la zona de Merzouga, que a finales
del verano pasado sufrió unas inundaciones muy graves que
destruyeron medio pueblo y los niños que acudían a los
colegios de esa zona perdieron sus viviendas; ese es el
motivo de incluirla en el viaje de este año. También van a
hacer orientación nocturna con monitores en la que les
contarán historias de bereberes, van a hacer tirolina,
juegos compartidos con los padres, montarán en camello y
dormirán un día en pleno desierto. Además, dispondrán de un
cuaderno de viaje para apuntar los lugares por los que han
pasado, restos de fósiles, dibujos sobre los colegios y lo
que ellos quieran.
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