Al llegar al Fortín del Príncipe, impresiona la vista. En un
día lluvioso como el pasado miércoles, aparece a lo lejos un
tímido arco iris, y al entrar en el monumento, nos salen al
paso varios alumnos del Plan de Empleo gestionado por Forja
XXI. Dice el proverbio: “Si un hombre tiene hambre no le des
un pez, enséñale a pescar”. Esta es la filosofía que ha
traído hasta Ceuta este colectivo con sede en Sevilla a
través de dos proyectos de recuperación del patrimonio
histórico de la ciudad. Once hombres y tres mujeres
participan desde el pasado 29 de diciembre en un programa de
inserción laboral que combina formación básica en
informática, riesgos laborales, sensibilización
medioambiental con técnicas de albañilería.
“El Fortín del Príncipe es propiedad del Ministerio de
Defensa, así que se ha firmado un convenio para que la
Fundación Forja XXI mediante un Taller de Empleo rehabilite
el monumento con trabajos de albañilería y posteriormente,
tendrá su obra de instalaciones”, manifiesta el director
general, Juan José Ruiz Márquez, “se rehabilitará, en un
principio como un centro de carácter cívico y cultural.
Además, el proyecto también contempla un pequeño espacio de
artesanía. Sin embargo, el uso definitivo lo determinará el
Ministerio de Defensa, ya que el cometido de Forja XXI acaba
en el momento que finaliza la rehabilitación”.
Los participantes, que son mayores de 25 años, reciben una
aportación económica por su trabajo que ronda los 1.000
euros y una completa formación. “Lo primordial es que en un
año los alumnos estén cualificados para que”, explica la
directora del Taller de Empleo, Fátima Mohamed Dos Santos,
“cuando finalicen se hayan insertado en alguna empresa y les
haya servido, que tenga una continuidad para que puedan
mantener a sus familias. Les digo que su mejor carta de
presentación para las empresas será el trabajo que realicen
aquí”.
El Fortín del Príncipe estaba bastante deteriorado, los
alumnos se afanan en restaurarlo, encontrar la piedra
original y a partir de ahí, hacer las operaciones
pertinentes porque de la estructura original no queda mucho.
Trabajan a buen ritmo y con buen sentido del humor, así lo
comenta el monitor del Taller de Empleo, Jens Thomas Ziegner,
quien asegura que esta iniciativa les brinda una gran
oportunidad para abrirse camino en el mercado laboral ceutí.
Las labores de restauración se planifican cada quince días.
Se hacen varios grupos, los más aventajados se ponen manos a
la obra y los otros reciben la formación pertinente. Los
trabajos han comenzado por la entrada del Fortín, donde el
empedrado original del suelo ha salido a relucir gracias a
la tarea de los alumnos. Pequeños haces de luz asoman por
los entrantes remodelados. Aún queda mucho por hacer, pero
también tienen mucho tiempo por delante, hasta el 28 de
diciembre.
La Fundación Forja XXI, con una sede provisional en el
Acuartelamiento de la Marina gracias a la colaboración del
Ministerio de Defensa, puso en marcha paralelamente un
proyecto de Escuela Taller para restaurar la Rampa de
Abastos, donde se proyecta la ubicación definitiva de la
sede de la entidad en Ceuta. En este caso, participan casi
40 personas en los trabajos de remodelación de un monumento
que además, albergará oficinas y espacios para el Ministerio
de Defensa. Existe una mayor variedad de módulos formativos
para los participantes, entre ellos, albañilería,
carpintería, carpintería metálica e instalación de
fontanería y electricidad. No obstante, el objetivo es el
mismo, cualificar a personas desempleadas.
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