Tanto la Asociación como la Federación de Cazadores de Ceuta
se mostraron ayer “muy molestos” ante el silencio
administrativo por parte de la Consejería de Medio Ambiente
ante la necesidad de acotar en la ciudad una zona controlada
para la caza y su correspondiente espacio protegido, tal y
como recoge el avance del Plan de Ordenación Urbana (PGOU)
de Ceuta. Los responsables de ambas entidades presentaron
una propuesta a la Consejería de Medio Ambiente en la que se
emplaza una zona controlada de caza en el Campo exterior de
Ceuta así como una zona de reserva en la cuenca de
Calamocarro. Tras la oposición de la Sociedad Española de
Ornitología (SEO) en Ceuta, los colectivos de cazadores
propusieron que se distribuyera la reserva en dos partes, A
y B, para que se practicara esta afición en años alternos en
cada una, para que la fauna se regenere. “La Consejería de
Medio Ambiente se comprometió a darnos una respuesta en
septiembre y todavía no tenemos noticias. Con esta actitud
favorecen la caza furtiva. En el caso de la batida de
jabalíes, se ha retrasado el proceso hasta llegar a la época
de apareamiento. Nosotros nos negamos a actuar en estos
momentos y la población de jabalíes sigue creciendo”,
explican.
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