Los pescadores dicen “Hoy hay
magón” y significa que, las profundidades andan alborotadas,
mar de fondo y mal de fondo. Como el que llevará mañana a
miles de españoles a Madrid para manifestarse, dicen que, de
la provincia de Málaga van tres mil, movilizados y
organizados por los peperos y, lógicamente, llenos de ardor
guerrero. ¿Qué si yo me he apuntado? Todavía no lo sé, voy a
ralentí por culpa de la química, me pinchan y no sale sangre
sino antidepresivos y ansiolíticos y, por cierto, el
mamoncete que anda murmurando que recibo ayuda muy
cualificada para escribir, sin vacaciones ni week end mis
artículos, tiene razón ¿O es que creen que soy superwoman?
Pues no lo soy. Me empastillo por prescripción facultativa,
me siento ante el teclado mugriento de mi ordenador, me
encomiendo y luego leo, con auténtica curiosidad y sorpresa,
recursos, informes jurídicos, traducciones, artículos y
capítulos de mis noveluchas pseudohistóricas. Me los
escriben, se lo juro por mis muertos y para nosotros,
nuestros muertos son algo muy principal, me encomiendo al
Espíritu Santo y como tengo una fe dura y castroja, casi
canalla en su falta de tiquismiquis, pero sólida como la
casa levantada sobre la piedra, esto se escribe solo y si a
alguien no complace, que se vaya en busca del tercer miembro
de la Santísima Trinidad a pedirle cuentas.
Pero, achaques aparte, la manifestación de mañana será puro
magón y observada con atención inmensa, sin pestañear, por
las miles de criaturas que, sin haber asesinado a nadie,
cumplen sus condenas o están preventivos en las cárceles
españolas. Y allí si que hay mar de fondo. Afortunadamente
no estamos en los feroces ochenta, cuando comenzó a galopar
el caballo, se multiplicaban los atracadores y surgió
aquella temible y temida COPEL, ya saben la Cooperativa de
Presos en Lucha, que aglutinaba, según las autoridades a lo
peor de lo peor, a los cabecillas más peligrosos y a los
presos más conflictivos.
Así los célebres motines, las fugas, los incendios en las
cárceles y las huelgas colectivas, el ambiente era aterrador
y los funcionarios pasaban un auténtico quinario porque,
sabían como entraban en su turno pero no como iban a salir
ni tan siquiera si iban a salir. Si la ignominia de la
huelga de jamón de york tipo clínica Buchinguer del asesino
de Juana y su excarcelación hubiera acontecido en los
ochenta, las cárceles hubieran sido auténticas teas. Ahora
hay más educación y el perfil del recluso es distinto, los
elementos peligrosos tienen sus ficheros de especial
seguimiento y están férreamente controlados y son escasos,
para que mentir. Pero no se puede ofender impunemente al
colectivo de los presos. Durante años con los privilegios
concedidos a los terroristas, durante lustros con los
títulos universitarios regalados a los terroristas, durante
un cuarto de siglo con el mamoneo dispensado a los etarras.
Tanto va el cántaro a la fuente… Que, por lógica y por
legalidad, cualquiera tiene derecho a ser excarcelado por
motivos de salud. Por ejemplo el desventurado Julián Muñoz,
a quien creo firmemente que mantiene en prisión el programa
del Tomate y que ha perdido quince kilos por enfermedad
real, que no por ayuno voluntario para apretarle los huevos
al Gobierno. Magón en los Centros Penitenciarios ¿Qué dicen?
¿Qué esos desventurados no votan? Ellos no pero sus
familias, amigos y allegados sí en plan “somos miles y
estamos cerriles”. ¿Enfermos en las cárceles? Cientos en las
enfermerías y todos ellos, más los de los módulos normales
pueden comenzar a caer como moscas si se apuntan a “De Juana
apriétale los cataplines a Madrid” o sin apretar partes
pudendas , aplican el art,14 de la Constitución que consagra
el Principio de Igualdad y a quien diga que, el Principio no
es aplicable porque el de Juana es asesino múltiple y los
otros delincuentes sin sangre, le diré que es un asqueroso
quintacolumnista y, ya saben, las reclamaciones al Espíritu
Santo.
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