La “Escuela de Traducción Rey Fahd”, sita en Tánger,
organizó días pasados la conferencia “Don Quijote, una
novela árabe”, impartida por Aline Shaluman, traductora de
la clásica obra de Miguel de Cervantes a la lengua de
Moliére.
Basándose incluso en textos esritos por Cervantes -y
obviando otros datos- la profesora Shaluman define la obra
como “una novela árabe y pro árabe”, estructurada al modo de
“Las mil y una noches”, que el escritor bien pudo conocer
“durante los cinco años que pasó cautivo en Argel”.
Aprovechando las innegables ambigüedades de la obra
cervantina, la conferenciante entiende la calificación de
los árabes como “perros” y “mentirosos” por Cervantes como
una forma de cubrirse contra la censura de la Santa
Inquisición.
Además -insistió la conferenciante- de reconocer Cervantes
el original de “El Quijote” a un moro, el famoso pasaje de
la hsitoria de Ana Fñelix y el moro Ricote (narrada en el
capítulo LIV de la segunda parte, publicada en 1516), se
encontraría según la doctora Shaluman la tolerante postura
de Cervantes hacia el colectivo morisco y, por tanto, su
rechazo a la expulsión de los mismos en 1609.
La conferencia se situó dentro de las actividades del XI
Salón Internacional del Libro de Tánger, estando organizada
por el Instituto Francés del Norte y el Consulado de Francia
en Tánger, junto con instituciones culturales marroquíes.
Por otro lado y en esta dirección, se publicó recientemente
en Madrid por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones
Culturales, la obra “Cervantes y el Islám”, editada por los
arabistas Rodolfo Gil Benumeya Grimau y Nuria Martínez de
Castilla Muñoz. La obra está dividida en dos grandes partes:
una, homenaje a Soledad Carrasco Urgoiti. Otra, titulada
“Moros, moriscos y aljamiados”, está formada por las Actas
del Encuentro Internacional “Cervantes, El Quijote, moros,
moriscos y aljamiados”, que tuvo lugar en marzo de 2005 en
Sevilla con motivo del año dedicado a la figura cervantina y
a las no menos figuras de su obra: el hidalgo Don Quijote y
su sin par escudero, el socarrón Sancho Panza.
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