Marruecos celebró también, como no podía ser menos, el Día
de la Mujer Trabajadora. Aun siendo una sociedad
tradicionalmente conservadora, la incorporación de la mujer
musulmana marroquí al mundo laboral, en casi todos los
ámbitos (incluídas las FAR y las fuerzas de seguridad), está
siendo una realidad en los últimos años, particularmente
desde el reinado de Mohamed VI. El propio soberano alauí ha
impulsado, en su entorno, medidas novedosas: desde su
matrimonio con una “plebeya”, la actual Princesa Lalla
Salma, su presentación al público tras la boda insertándola
en numerosos actos (algo inconcebible en la época anterior),
haciendo incluso de anfitriona al recibir oficialmente a la
Reina de España, Doña Sofía, en su viaje a Tetuán, o
cediéndole el derecho de poner el nombre a la nueva hija del
matrimonio real, la princesa Lalla Khadiya (nombre de la
primera mujer de Mahoma... y de la madre de la esposa del
Rey).
En los anales de la historia de Marruecos quedará como un
hito el discurso real del 10 de cotubre de 2003 en el
Parlamento en Rabat, en el que anunciaba la modificación del
Estatuto Personal de la Mujer en el nuevo Código de la
Familia, “La Mudawana”, toda una revolución social en el
país.
En este marco de avance social y renovación hacia la
modernidad, hay que enmarcar la manifestación ayer en Rabat,
coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora, de unas
cincuenta mujeres invidentes o con minusvalías físicas ante
el Parlamento marroquí para reivindicar leyes de inserción
laboral, entre las que se encontrarían la concesión de
ventajas fiscales para empresas que contraten a personas con
minsuvalías visuales.
La protesta, que se desarrolló en medio de un amplio
dispositivo policial, fue organizada por el “Grupo nacional
de diplomados invidentes en paro”. Durante la concentración,
se repartieron octavillas con las reivindicaciones en las
que se podía leer: “Rechazamos todas las promesas
mentirosas, esperando que los responsables asuman sus
compromisos ante lo que nos ocurre, reconociendo la
situación miserable e infrahumana en la que sobrevivimos”.
La primera asociación de inspiración feminista marroquí fue
creada en1946, en el seno del partido de El Istiqlal.
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