La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
juzgó ayer a S.A.M y F.J.R.S por un delito contra la salud
pública.
Los hechos imputados a estas dos personas ocurrieron el 23
de noviembre de 2003.
La Policía Nacional estaba investigando a uno de los
acusados desde hacía varios meses, concretamente a F.J.R.S,
ya que existía la sospecha de su participación en una trama
de narcotráfico. Los agentes de la Policía Nacional estaban
bajo esta pista desde el mes de julio y fue ese 23 de
noviembre cuando se pudo proceder a la detención.
El acusado, acompañado por un menor, fue interceptado y
puesto a disposición judicial. Los agentes pudieron
verificar que F.J.R.S portaba un alijo de 186 papelinas de
cocaína y 207 papelinas de heroína. Pese a esta primera
detención, la investigación continúo y mediante la
intervención de teléfonos se pudo implicar a una tercera
persona, S.A.M, acusada posteriormente de organizar dicha
red de tráfico de sustancias estupefacientes.
Tanto la mujer como el hombre han aceptado de conformidad la
pena impuesta por el Ministerio Fiscal. En un primer momento
se pedía para ambos condenas que oscilaban entre los 11 y
los 9 años de prisión, debido a que se recogía en el escrito
del Fiscal el agravante de utilización de menores para el
tráfico de drogas, tal y como está expuesto en el artículo
369 del Código Penal.
El Ministerio Fiscal, sin embargo, consideró durante el
transcurso de la vista oral que no quedaba suficientemente
probado el hecho de que los acusados supieran la verdadera
edad del menor, por lo que se les aplicó la reducción de
pena correspondiente, quedando finalmente condenados a un
total de tres años y seis meses de prisión.
Ambos acusados poseen un largo historial de causas
delictivas.
El letrado de la mujer, S.A.M, tuvo que repetirle a su
representada en varias ocasiones que aceptara de conformidad
la pena de tres años de prisión que pedía el Fiscal, en su
propio beneficio, ya que de no ser así, presumiblemente la
pena que le impondría el Tribunal sería considerablemente
mayor.
La mujer, pese a todo, mostraba su reticencia, alegando que
los hechos no habían sucedido tal y como estaba expresado en
el escrito de acusación del Ministerio Fiscal y sobre todo
por el malestar de una de sus hijas, quién no pudo contener
las lágrimas durante la deliberación. Finalmente, S.A.M,
aceptó la reducción de condena.
Por su parte, el letrado de la defensa de F.J.R.S, pidió al
Tribunal una vez dispuesta la conformidad de los acusados,
la suspensión de la pena de prisión a la espera de los
partes del médico forense para verificar que su defendido es
drogodependiente.
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