El técnico del Ceuta, Carlos Orúe, comparecía ante los
medios reconociendo que el resultado había sido “justo, en
un partido en el que hemos estado perdidos y en el que no
nos hemos metido nunca”. En algún momento “se ha intentado,
pero el rival ha jugado con tranquilidad y suficiencia”
añadía el jerezano.
En relación al juego de su equipo, explicaba que “hemos
tenido alguna ocasión, pero no han sido muy claras”. Y
apuntaba que al igual que “haber empatado podíamos haber
perdido por dos en un partido donde hemos ido con más
corazón que cabeza, y ellos han puesto la calidad y la
velocidad”.
En cuanto al rival que tenían enfrente, se trataba de un
equipo “joven pero con mucho oficio, tanto que nos ha sacado
de nuestras casillas en varias ocasiones”.
El de ayer se trataba de “un partido muy difícil ante un
equipo que fuera de casa hace mucho daño, y donde en el
juego aéreo es infranqueable con gente corpulenta y muy
habilidosa como Capel y otros jugadores que definen y que
son determinantes, con gente que tranquilamente jugará en
primera”. Una sensación que “demuestra que es un equipo que
está trabajando sensacional, al que se le van chavales pero
vienen otros y siguen entre los elegidos”.
El técnico gaditano no quiso hacer una valoración sobre la
expulsión de Javi Navarro ni del posible penalti sobre Diego
Herrera “aunque el jugador dice que si lo hubo”.
Sobre la exclusión del delantero del once, explicó que “no
podíamos jugar con tantos delanteros, y alguien tiene que
cortar balones“. Un cambio que era “para intentar tener más
el balón, por eso hemos jugado con Diego Ramírez y Alex en
el centro del campo”.
En cuanto al futuro de la entidad, “ahora toca seguir,
retomando el guión y me sigo manteniendo en mi línea tras
dos partidos en los que podíamos ver hasta donde podíamos
llegar”. “Ahora toca el Linares, otro partido complicado
para retomar nuestra liga” que será la de lograr la
permanencia.
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