La figura del istmo de Ceuta preside las vistas del Mirador
de Isabel II. En un día tan nítido como el vivido ayer,
medio centenar de socios del Rotary club comenzaron las
actividades de reforestación que pretender llevar a cabo
durante meses. El objetivo marcado es ambicioso: plantar
hasta 6.000 nuevos árboles a los largo y ancho del
territorio ceutí. “Realizamos servicios a la comunidad, como
los programas de alfabetización, de recursos hídricos y
sobre medio ambiente. Uno de los que nos hemos propuesto es
plantar estos 200 árboles. Aunque tenemos la intención de
llegar a 6.000”, explica el presidente de la asociación,
Manuel Fernández Romero de Castilla.
El proyecto del Rotary club se desarrollará a lo largo de
varios meses. En estos momentos, el colectivo estudia una
programación y seguimiento de las actividades de repoblación
así como los fondos de financiación. La idea surgió de uno
de los socios, Carlos Chocrón, quien financia parte del
proyecto. “Fue una promesa que hice cuando tomé posesión de
Rotery hace ya mucho tiempo y por circunstancias no se pudo
realizar. Lo propuse de nuevo y lo acogieron con mucho
entusiasmo. Se ha llevado a cabo tan deprisa que estoy
alucinado de ver a tanta gente aquí. de todas las edades y
es interesante que participe la población de Ceuta, porque
los montes de la ciudad necesitan árboles”, comentó el
promotor de la iniciativa.
El proyecto cuenta con la colaboración de la Consejería de
Medio Ambiente, que ha cedido recursos materiales y humanos
de la empresa municipal Obimasa. Además, el Rotary club está
pendiente de que una importante empresa dé luz verde al
mecenazgo de esta actividad. Ahora lo fundamental, según los
propios participantes, es adquirir terrenos para poder
plantar los árboles. “Necesitaremos la colaboración de Medio
Ambiente para recursos materiales e incluso solicitar a
Defensa terrenos, porque quizás no haya suficientes espacios
municipales”, apuntó el presidente del rotary club. Uno de
los trabajadores de la empresa Obimasa, el biólogo Ricardo
Ugarte, destacó la importancia de la labor que están
desempeñando los socios del Rotary club.“Va a mejorar la
calidad de la vegetación, aquí lo que teníamos era altabacas
porque era un terreno removido de las obras del Mirador.
Ahora hemos introducido dos etapas de aceleración de un
material más noble y más desarrollado”. Ugarte aclaró que
los trabajos no tienen porqué centrarse en una zona
específica. “Sería ir tapando cicatrices, más bien para
tapar lugares que lo requieran y sobre todo, sería bueno que
la Consejería de Medio Ambiente no tuviera disponibilidad de
esos terrenos para que se complementaran estas labores, por
ejemplo, que se llegara a algún acuerdo con el Ministerio de
Defensa ya que al fin y al cabo tienen el 70 por ciento de
los montes o a particulares”.
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