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política - DOMINGO, 4 DE MARZO DE 2007


Saâd El Othmani (D) Y JL NAVAZO (I). YB

entrevista / marruecos
 

“¿Ceuta y Melilla? No
hay más que el diálogo”

El secretario general del Partido de la
Justicia y el Desarrollo (PJD) apuesta, decididamente, por el diálogo y el refuerzo
de las relaciones con la vecina España
 

TEMARA-RABAT
José Luis Navaz
jlnavazo@elpueblodeceuta.com

En Marruecos, todos los partidos son de obligada “referencia islámica”. ¿Cual sería la especifidad del PJD, dónde termina la “referencia” y dónde empieza el “oscurantismo”?.

Hablar de algunos principios no implica seriedad en cumplirlos. Muchos en este país hablan de mejorar la democracia pero, ¿cuántos lo hacen, incluso en su propio partido?. Los valores islámicos se asemejan a principios como los derechos humanos o la honradez. Para nosotros, los valores islámicos son un “valor añadido” que caracteriza al partido.

El PJD sale como favorito para las próximas elecciones, presentándose esta vez en todas las circunscripciones. En caso de conformar una mayoría, ¿qué combinaciones ve posibles para formar gobierno?.


Somos un partido claramente de centro, por lo que es normal que podamos pactar tanto con la izquierda como con la derecha. Todo depende del resultado de las urnas, de las condiciones políticas y de los programas existentes. Nuestra permanencia en la oposición es una opción que no descartamos.

El “Majzén” ha aceptado ya la posibilidad de que el PJD acceda a gobernar. Ahora bien, también se está formando un potente ”frente político” anti-PJD. ¿Dónde cree que están los escollos?


En procesos electorales es natural una fuerte competencia política. Hay algunos que a lo largo del tiempo han ido acumulando prebendas y privilegios e intuyen que el PJD, dada su prioridad de administrar la gestión pública con transparencia y honradez, puede privarles de ellos.

En caso de acceder al gobierno, ¿adoptaría un programa de máximos o de mínimos?. ¿Aceptaría gobernar sin ser nombrado Primer ministro?.


Nuestro sistema electoral impide a cualquier partido conseguir la mayoría absoluta, quedando reducida la competencia a conseguir la mayoría de los votos. Cualquier sugerencia es posible y las condiciones políticas son las que mandan. Entiendo que la última decisión la tiene la Asamblea general del partido.

¿Cuál es su opinión frente a la figura de los “ministros de soberanía”?.


Hemos defendido en ocasiones la permanencia de algunas carteras ministeriales fuera del dominio de los partidos políticos. Los ministerios de Interior y Asuntos Religiosos pueden ser manipulables y utilizados de forma partidista, perjudicando el juego dmocrático. Evoco algún ministro que, tras los atentados de Casablanca que condenamos duramente, pidió disolver al PJD.

En un posible gobierno de coalición ¿qué carteras, en principio, escogería o rechazaría?.
Según nuestro modelo político la única manera de formar gobierno es en coalición. Considero que es lo más adecuado, los retos a afrontar son enormes para un solo partido. En cuanto al reparto de cargos ministeriales, permítame sugerirle que no es el momento de hablar de ello.

En el seno del PJD ha habido un vivo debate sobre la reforma de la Constitución?. El propio vicepresidente, Daoudi, abogaba por la misma en octubre de 2004. ¿Cuál es su postura?.


Efectivamente, nuestro partido aboga por una reforma responsable de la Constitución, pero en paralelo a reformas políticas sobre los partidos y las reglas electorales. Todo esto debe de llevarse a cabo de acuerdo con Su Majestad el Rey. Veo el futuro, sinceramente, de forma optimista.

Hay leyes promulgadas cuya aplicación está siendo complicada, como es el caso del Código de la Familia (La Mudawana). ¿Impulsaría usted la vigencia de la misma, sobre todo en el campo?.


Es cierto, debemos trabajar duro para llevar a la práctica muchos decretos. Ello requiere una gran voluntad y cambios sociales, no solo el teórico discurso político y de salón.

Su viaje a los Estados Unidos parece clave para ser aceptado, tanto en la comunidad internacional, como socio respetable en un futuro gobierno. ¿Se ha sentido respaldado por la primera potencia mundial?. Más aun: en un hipotético gobierno del PJD y con un eventual acercamiento a los Estados Unidos (pensemos en el Tratado de Libre Cambio, el dosier pendiente del Sáhara...), ¿cómo reaccionarían las bases del partido?.


La relación con nuestros vecinos de España, Francia y otros países, es más sólida e interesante que con los Estados Unidos. Nuestras posturas opuestas y de rechazo a la política exterior norteamericana están claras y seguirán siéndolo. Aspiramos, no obstante, a unas mejoras en las relaciones con las corrientes opuestas a la guerra en Irak en el seno de la sociedad norteamericana.

Ustedes abogaron por una clara autonomía (¿a la alemana, a la española?) para solucionar el problema del Sáhara Occidental. ¿Impulsarían el mismo proceso para otras regiones, el Rif por ejemplo?.


Creo que el modelo de autonomía más cercano a nosotros es el español pero, es obvio, debemos elaborar un modelo propio. La autonomía debe de ser aplicada en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta las pecualiridades de las Provincias del Sur, el Sáhara marroquí. Este tema es prioritario para el desarrollo y la estabilidad de nuestro país.

¿Cuál cree que puede ser la relación con España?. ¿Qué apoyaría o mejoraría?.


Ciertamente vamos a reforzar la mejora global de las relaciones con nuestros vecinos españoles, nuestras reformas y desarrollo tienen mucho que ver con el nivel de relación que mantenemos. Tenemos profundos lazos históricos y humanos e intereses comunes. Nuestro deber es empujar fuerte en esta dirección. Actualmente existen retos en alza como la inmigración clandestina, el terrorismo, los cambios climáticos, la competencia económica mundial, etc, lo que implica aumentar el nivel de cooperación y colaboración. También existen asuntos pendientes que debemos resolver, exclusivamente, a través del diálogo.

La mayoría de la inmigración en España es marroquí. ¿Aportará su partido algún modelo de gestión a la misma?.


Debemos tratar eficienteemente este asunto, Marruecos debe y puede brindar una vida digna a sus ciudadanos. Si hay emigración debe encuadrarse en el marco de la cooperación. Debemos desarrollar el país, mejorar el sistema educativo y laboral. Esa es la correcta solución, superar los inconvenientes de los que nos quejamos.

No podemos eludir el contencioso histórico hispano-marroquí por Ceuta y Melilla. ¿Qué perfil adoptaría el PJD en caso de gobernar?. ¿Cuál piensa, a su juicio, que podían ser las líneas de desbloqueo?. ¿Y una solución aceptable y definitiva?.


El difunto Rey Hassán II ya propuso un equipo conjunto hispano-marroquí para dialogar sobre el tema, una “célula de reflexión”. Créame, para Ceuta y Melilla no hay más salida que el diálogo, el diálogo y el diálogo.

Lamentablemente, el 75% de los detenidos por terrorismo islamista en Europa son de orígen marroquí. Recuerdo que, para el Reino de Marruecos, la nacionalidad nunca se pierde transmitiéndose de padres a hijos y nietos, aunque se adquiera otra. En este sentido, ¿sería aceptable la, digamos “devolución” de los encausados, para ser juzgados en su país de hecho, Marruecos?.


Muchos de los censos han desvelado que la mayoría de ellos han nacido o se han criado durante largo tiempo en Europa. Por eso, lo que se debe hacer es buscar las causas y solucionarlas. Yo le pregunto: ¿por qué esos jóvenes abrazan dichas ideas?.

El PJD es un partido consevador, en el amplio sentido del término. ¿Qué reformas económicas propondría para el desarrollo integral del país?.


¿Conservadores?. Nuestro proyecto económico y de desarrollo es atrevido. Hay reformas horizontales que sostienen a las demás: en la base están las administrativas, incluyendo la independencia jurídica. También darle calidad al sistema educativo. Esa es la cimentación para el despegue. Apostamos por una apertura económica y una política social, que ponga fin a las diferencias sociales y regionales. La expansión de la pobreza es la principal amenaza a la que nos enfrentamos.

El Estado contempla, como uno de los pilares del lanzamiennto económico, 10 millones de turistas para el año 2010. Está clara la capacidad del turismo para distorsionar los valores de los países receptores?. ¿Cómo abordaría usted este sector?. ¿Sería restrictivo?.


Debemos promover el sector turístico, guardando siempre nuestra identidad y lazos sociales. El turismo más rentable e interesante es el cultural y el de naturaleza, dar a conocer los tesoros de nuestro país. Es además un turismo que facilita la interculturalidad. Pero el turismo sexual, mundialmente rechazado, es una aberración que desestructura la sociedad y los valores familiares.

Algunas empresas españolas, como FADESA por ejemplo, está apostando fuerte por la urbanización turística, en cuya planificación va implícita toda una apuesta por los sectores clásicos de ocio: discotecas, bebidas alcohólicas, restaurantes no solo de comida “halal”, etc. ¿Plantea ello algún tipo de reto para el modelo de sociedad que busca el PJD?.


Le seré muy claro: estamos a favor de los proyectos turísticos siempre y cuando, naturalmente, respeten nuestra identidad religiosa y social.

El superpuerto Tánger-Mediterráneo comenzará su andadura en julio de 2007. ¿Cómo cree que “encajará” en el esquema del Estrecho¿. ¿Y su relación con el puerto de Ceuta?.


Se espera que el nuevo puerto enriquezca a toda la región. Facilitar la comunicación, la importación y la exportación. Es interesante para todos, porque las infraestructuras tradicionales son insuficientes para asimilar todo este desarrollo.

Hablemos del PJD, un partido moderado y responsable, con una alta dosis de transparencia, moralidad pública y democracia interna. ¿Qué corrientes distinguiría en el PJD?. ¿Cómo interpreta la marcha de Khalidi?. El “exilio” dorado de Raisuni y la relativa marginación de Ramid, ¿han sido algunos de los “peajes” a pagar para ser eventualmente aceptado como socio gubernamental?.


Lo importante es que la decisiones internas se tomen democráticamente y después de un debate transparente. En cuanto a Khalidi, es evidente que cualquiera tiene plena libertad de elegir el marco político que le convenga. ¿Raisuni?: eligió incorporarse a un proyecto científico ambicioso. A Ramid nadie le ha marginado. Este año respetamos su candidatura en el Parlamento, pero lamentablemente se nos ha escapado.

En lo que respecta a las bases del PJD y pese a ser éste un partido disciplinado, ¿hasta donde cree que podrían aceptar ciertas concesiones?.


Ya le digo. Lo importante para mí es el debate interno y la posterior toma de decisiones democráticamente. Con transparencia.

Es evidente su desencuentro con “Justicia y Caridad”. ¿Cuáles son sus diferencias ideológicas con Yasin?. ¿Ve posible ahora o más adelante algún tipo de alianza?.


El sentido de la política de Al Adl wa Al Ihsan, su forma de trabajar en las instituciones y su visión de la forma de gobierno se diferencia de los puntos de vista del PJD. Aunque algunos intentan difundir que grupos de seguidores del cheikh Yasin puedan apoyarnos en las próximas elecciones, eso es incorrecto. Al Adl wa Al Ihsan ha declarado en varias ocasiones su rechazo a las elecciones.

En una entrevista a “le Matin”, en 2003, comentaba que un judío marroquí podía afiliarse al PJD?. ¿Y un agnóstico?.

Cualquiera que acepte el programa del partido es bienvenido.

Comentaba en “Tel Quel” (2 de febrero de 2006) que la idea de la evolución era aceptable, pero que debía ser rectificada. ¿En qué sentido?.


El darwinismo se enseña en nuestros institutos. La teoría se debe debatir en el plano científico y no en el religioso.

Creo entender que según los fundamentos del Islám el hombre tiene libertad para escoger su religión, no debe haber coacción en esta materia dice el Corán. ¿Por qué entonces no se permite la libertad, inicial, de conciencia y religiosa en todos los Estados islámicos?.


En principio no hay quien lo desautorice, pero no es aceptable apovecharse de la pobreza y la miseria de la gente para incitarla a cambiar su religión.

En cuanto al velo, el “hiyab”, ¿debe ser obligatorio en los centros de trabajo?. Ve usted, en un futuro y bajo un gobierno del PJD, ¿a las presentadoras de televisión o a las azafatas de vuelo con el velo puesto?.


Seamos razonables: estamos en contra del velo obligatorio y, al mismo tiempo, de su prohibición.

Recientemente y con una cualificada representación del PJD, se ha reunido en Yakarta un “Foro Mundial de Parlamentarios Islamistas”. ¿Podríamos hablar de un “frentismo” religioso, una nueva “internacional” política islamista?.


Los partidos políticos de ideología islámica son ya una realidad en todo el mundo, así como su coordinación que veo interesante para todos. Por su propio beneficio Occidente necesita encontrar, dentro del Islám, interlocutores serios y con credibilidad.
 


El Othmani en el diván

Conozco al doctor Othmani desde hace más de dos años. Hemos hablado en numerosas ocasiones, teniendo la oportunidad de acompañarle en congresos y en algún viaje de su partido. Una persona puede engañarte en una corta entrevista, pero el trato continuado y en diferentes tesituras hace que afloren, en detalles aparentemente nimios, las emboscados tics de la personalidad. Aunque el otro sea un profesional de la política, acostumbrado al escenario; ¡un psiquiatra en este caso!, buen conocedor por tanto de las triquiñuelas del comportamiento humano, tanto propio como extraño.

Saâd El Othmani (que somos, como quien dice, de la quinta: el mismo mes, el mismo año), de apariencia frágil pero correoso, es un político afable, honesto, con un punto de timidez, muy pragmático, notablemente más abierto en el plano privado que en el público, ligeramente espontáneo y con el que se puede hablar, sin complicados alambiques, de todo: las tablas permiten a nuestro personaje salir airoso y con una sonrisa, si viene al caso, de cualquier lance. De etnia amazigh, representa el eslabón entre la cultura beréber y la áraboislámica. Su atesorada referencia islámica (“un valor añadido”) le proyecta, naturalmente, hacia lo que en Occidente entendemos como islamismo.

El encontrarnos cada uno, como suele decirse, al otro lado de la trinchera no ha sido óbice estos años para que dialoguemos en profundidad de lo divino y de lo humano. Salvando las distancias, lo comparo con Julián Besteiro. Debe cuidar que los extremistas, los Largo Caballero de su partido, no lo catapulten a un radicalismo sin salida.
 

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