En Marruecos, todos los partidos son de obligada
“referencia islámica”. ¿Cual sería la especifidad del PJD,
dónde termina la “referencia” y dónde empieza el
“oscurantismo”?.
Hablar de algunos principios no implica seriedad en
cumplirlos. Muchos en este país hablan de mejorar la
democracia pero, ¿cuántos lo hacen, incluso en su propio
partido?. Los valores islámicos se asemejan a principios
como los derechos humanos o la honradez. Para nosotros, los
valores islámicos son un “valor añadido” que caracteriza al
partido.
El PJD sale como favorito para las próximas elecciones,
presentándose esta vez en todas las circunscripciones. En
caso de conformar una mayoría, ¿qué combinaciones ve
posibles para formar gobierno?.
Somos un partido claramente de centro, por lo que es normal
que podamos pactar tanto con la izquierda como con la
derecha. Todo depende del resultado de las urnas, de las
condiciones políticas y de los programas existentes. Nuestra
permanencia en la oposición es una opción que no
descartamos.
El “Majzén” ha aceptado ya la posibilidad de que el PJD
acceda a gobernar. Ahora bien, también se está formando un
potente ”frente político” anti-PJD. ¿Dónde cree que están
los escollos?
En procesos electorales es natural una fuerte competencia
política. Hay algunos que a lo largo del tiempo han ido
acumulando prebendas y privilegios e intuyen que el PJD,
dada su prioridad de administrar la gestión pública con
transparencia y honradez, puede privarles de ellos.
En caso de acceder al gobierno, ¿adoptaría un programa de
máximos o de mínimos?. ¿Aceptaría gobernar sin ser nombrado
Primer ministro?.
Nuestro sistema electoral impide a cualquier partido
conseguir la mayoría absoluta, quedando reducida la
competencia a conseguir la mayoría de los votos. Cualquier
sugerencia es posible y las condiciones políticas son las
que mandan. Entiendo que la última decisión la tiene la
Asamblea general del partido.
¿Cuál es su opinión frente a la figura de los “ministros de
soberanía”?.
Hemos defendido en ocasiones la permanencia de algunas
carteras ministeriales fuera del dominio de los partidos
políticos. Los ministerios de Interior y Asuntos Religiosos
pueden ser manipulables y utilizados de forma partidista,
perjudicando el juego dmocrático. Evoco algún ministro que,
tras los atentados de Casablanca que condenamos duramente,
pidió disolver al PJD.
En un posible gobierno de coalición ¿qué carteras, en
principio, escogería o rechazaría?. Según nuestro modelo
político la única manera de formar gobierno es en coalición.
Considero que es lo más adecuado, los retos a afrontar son
enormes para un solo partido. En cuanto al reparto de cargos
ministeriales, permítame sugerirle que no es el momento de
hablar de ello.
En el seno del PJD ha habido un vivo debate sobre la reforma
de la Constitución?. El propio vicepresidente, Daoudi,
abogaba por la misma en octubre de 2004. ¿Cuál es su
postura?.
Efectivamente, nuestro partido aboga por una reforma
responsable de la Constitución, pero en paralelo a reformas
políticas sobre los partidos y las reglas electorales. Todo
esto debe de llevarse a cabo de acuerdo con Su Majestad el
Rey. Veo el futuro, sinceramente, de forma optimista.
Hay leyes promulgadas cuya aplicación está siendo
complicada, como es el caso del Código de la Familia (La
Mudawana). ¿Impulsaría usted la vigencia de la misma, sobre
todo en el campo?.
Es cierto, debemos trabajar duro para llevar a la práctica
muchos decretos. Ello requiere una gran voluntad y cambios
sociales, no solo el teórico discurso político y de salón.
Su viaje a los Estados Unidos parece clave para ser
aceptado, tanto en la comunidad internacional, como socio
respetable en un futuro gobierno. ¿Se ha sentido respaldado
por la primera potencia mundial?. Más aun: en un hipotético
gobierno del PJD y con un eventual acercamiento a los
Estados Unidos (pensemos en el Tratado de Libre Cambio, el
dosier pendiente del Sáhara...), ¿cómo reaccionarían las
bases del partido?.
La relación con nuestros vecinos de España, Francia y otros
países, es más sólida e interesante que con los Estados
Unidos. Nuestras posturas opuestas y de rechazo a la
política exterior norteamericana están claras y seguirán
siéndolo. Aspiramos, no obstante, a unas mejoras en las
relaciones con las corrientes opuestas a la guerra en Irak
en el seno de la sociedad norteamericana.
Ustedes abogaron por una clara autonomía (¿a la alemana, a
la española?) para solucionar el problema del Sáhara
Occidental. ¿Impulsarían el mismo proceso para otras
regiones, el Rif por ejemplo?.
Creo que el modelo de autonomía más cercano a nosotros es el
español pero, es obvio, debemos elaborar un modelo propio.
La autonomía debe de ser aplicada en todo el territorio
nacional, teniendo en cuenta las pecualiridades de las
Provincias del Sur, el Sáhara marroquí. Este tema es
prioritario para el desarrollo y la estabilidad de nuestro
país.
¿Cuál cree que puede ser la relación con España?. ¿Qué
apoyaría o mejoraría?.
Ciertamente vamos a reforzar la mejora global de las
relaciones con nuestros vecinos españoles, nuestras reformas
y desarrollo tienen mucho que ver con el nivel de relación
que mantenemos. Tenemos profundos lazos históricos y humanos
e intereses comunes. Nuestro deber es empujar fuerte en esta
dirección. Actualmente existen retos en alza como la
inmigración clandestina, el terrorismo, los cambios
climáticos, la competencia económica mundial, etc, lo que
implica aumentar el nivel de cooperación y colaboración.
También existen asuntos pendientes que debemos resolver,
exclusivamente, a través del diálogo.
La mayoría de la inmigración en España es marroquí.
¿Aportará su partido algún modelo de gestión a la misma?.
Debemos tratar eficienteemente este asunto, Marruecos debe y
puede brindar una vida digna a sus ciudadanos. Si hay
emigración debe encuadrarse en el marco de la cooperación.
Debemos desarrollar el país, mejorar el sistema educativo y
laboral. Esa es la correcta solución, superar los
inconvenientes de los que nos quejamos.
No podemos eludir el contencioso histórico hispano-marroquí
por Ceuta y Melilla. ¿Qué perfil adoptaría el PJD en caso de
gobernar?. ¿Cuál piensa, a su juicio, que podían ser las
líneas de desbloqueo?. ¿Y una solución aceptable y
definitiva?.
El difunto Rey Hassán II ya propuso un equipo conjunto
hispano-marroquí para dialogar sobre el tema, una “célula de
reflexión”. Créame, para Ceuta y Melilla no hay más salida
que el diálogo, el diálogo y el diálogo.
Lamentablemente, el 75% de los detenidos por terrorismo
islamista en Europa son de orígen marroquí. Recuerdo que,
para el Reino de Marruecos, la nacionalidad nunca se pierde
transmitiéndose de padres a hijos y nietos, aunque se
adquiera otra. En este sentido, ¿sería aceptable la, digamos
“devolución” de los encausados, para ser juzgados en su país
de hecho, Marruecos?.
Muchos de los censos han desvelado que la mayoría de ellos
han nacido o se han criado durante largo tiempo en Europa.
Por eso, lo que se debe hacer es buscar las causas y
solucionarlas. Yo le pregunto: ¿por qué esos jóvenes abrazan
dichas ideas?.
El PJD es un partido consevador, en el amplio sentido del
término. ¿Qué reformas económicas propondría para el
desarrollo integral del país?.
¿Conservadores?. Nuestro proyecto económico y de desarrollo
es atrevido. Hay reformas horizontales que sostienen a las
demás: en la base están las administrativas, incluyendo la
independencia jurídica. También darle calidad al sistema
educativo. Esa es la cimentación para el despegue. Apostamos
por una apertura económica y una política social, que ponga
fin a las diferencias sociales y regionales. La expansión de
la pobreza es la principal amenaza a la que nos enfrentamos.
El Estado contempla, como uno de los pilares del
lanzamiennto económico, 10 millones de turistas para el año
2010. Está clara la capacidad del turismo para distorsionar
los valores de los países receptores?. ¿Cómo abordaría usted
este sector?. ¿Sería restrictivo?.
Debemos promover el sector turístico, guardando siempre
nuestra identidad y lazos sociales. El turismo más rentable
e interesante es el cultural y el de naturaleza, dar a
conocer los tesoros de nuestro país. Es además un turismo
que facilita la interculturalidad. Pero el turismo sexual,
mundialmente rechazado, es una aberración que desestructura
la sociedad y los valores familiares.
Algunas empresas españolas, como FADESA por ejemplo, está
apostando fuerte por la urbanización turística, en cuya
planificación va implícita toda una apuesta por los sectores
clásicos de ocio: discotecas, bebidas alcohólicas,
restaurantes no solo de comida “halal”, etc. ¿Plantea ello
algún tipo de reto para el modelo de sociedad que busca el
PJD?.
Le seré muy claro: estamos a favor de los proyectos
turísticos siempre y cuando, naturalmente, respeten nuestra
identidad religiosa y social.
El superpuerto Tánger-Mediterráneo comenzará su andadura en
julio de 2007. ¿Cómo cree que “encajará” en el esquema del
Estrecho¿. ¿Y su relación con el puerto de Ceuta?.
Se espera que el nuevo puerto enriquezca a toda la región.
Facilitar la comunicación, la importación y la exportación.
Es interesante para todos, porque las infraestructuras
tradicionales son insuficientes para asimilar todo este
desarrollo.
Hablemos del PJD, un partido moderado y responsable, con una
alta dosis de transparencia, moralidad pública y democracia
interna. ¿Qué corrientes distinguiría en el PJD?. ¿Cómo
interpreta la marcha de Khalidi?. El “exilio” dorado de
Raisuni y la relativa marginación de Ramid, ¿han sido
algunos de los “peajes” a pagar para ser eventualmente
aceptado como socio gubernamental?.
Lo importante es que la decisiones internas se tomen
democráticamente y después de un debate transparente. En
cuanto a Khalidi, es evidente que cualquiera tiene plena
libertad de elegir el marco político que le convenga. ¿Raisuni?:
eligió incorporarse a un proyecto científico ambicioso. A
Ramid nadie le ha marginado. Este año respetamos su
candidatura en el Parlamento, pero lamentablemente se nos ha
escapado.
En lo que respecta a las bases del PJD y pese a ser éste un
partido disciplinado, ¿hasta donde cree que podrían aceptar
ciertas concesiones?.
Ya le digo. Lo importante para mí es el debate interno y la
posterior toma de decisiones democráticamente. Con
transparencia.
Es evidente su desencuentro con “Justicia y Caridad”.
¿Cuáles son sus diferencias ideológicas con Yasin?. ¿Ve
posible ahora o más adelante algún tipo de alianza?.
El sentido de la política de Al Adl wa Al Ihsan, su forma de
trabajar en las instituciones y su visión de la forma de
gobierno se diferencia de los puntos de vista del PJD.
Aunque algunos intentan difundir que grupos de seguidores
del cheikh Yasin puedan apoyarnos en las próximas
elecciones, eso es incorrecto. Al Adl wa Al Ihsan ha
declarado en varias ocasiones su rechazo a las elecciones.
En una entrevista a “le Matin”, en 2003, comentaba que un
judío marroquí podía afiliarse al PJD?. ¿Y un agnóstico?.
Cualquiera que acepte el programa del partido es bienvenido.
Comentaba en “Tel Quel” (2 de febrero de 2006) que la idea
de la evolución era aceptable, pero que debía ser
rectificada. ¿En qué sentido?.
El darwinismo se enseña en nuestros institutos. La teoría se
debe debatir en el plano científico y no en el religioso.
Creo entender que según los fundamentos del Islám el hombre
tiene libertad para escoger su religión, no debe haber
coacción en esta materia dice el Corán. ¿Por qué entonces no
se permite la libertad, inicial, de conciencia y religiosa
en todos los Estados islámicos?.
En principio no hay quien lo desautorice, pero no es
aceptable apovecharse de la pobreza y la miseria de la gente
para incitarla a cambiar su religión.
En cuanto al velo, el “hiyab”, ¿debe ser obligatorio en los
centros de trabajo?. Ve usted, en un futuro y bajo un
gobierno del PJD, ¿a las presentadoras de televisión o a las
azafatas de vuelo con el velo puesto?.
Seamos razonables: estamos en contra del velo obligatorio y,
al mismo tiempo, de su prohibición.
Recientemente y con una cualificada representación del PJD,
se ha reunido en Yakarta un “Foro Mundial de Parlamentarios
Islamistas”. ¿Podríamos hablar de un “frentismo” religioso,
una nueva “internacional” política islamista?.
Los partidos políticos de ideología islámica son ya una
realidad en todo el mundo, así como su coordinación que veo
interesante para todos. Por su propio beneficio Occidente
necesita encontrar, dentro del Islám, interlocutores serios
y con credibilidad.
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El Othmani en el diván
Conozco al doctor Othmani desde
hace más de dos años. Hemos hablado en numerosas ocasiones,
teniendo la oportunidad de acompañarle en congresos y en
algún viaje de su partido. Una persona puede engañarte en
una corta entrevista, pero el trato continuado y en
diferentes tesituras hace que afloren, en detalles
aparentemente nimios, las emboscados tics de la
personalidad. Aunque el otro sea un profesional de la
política, acostumbrado al escenario; ¡un psiquiatra en este
caso!, buen conocedor por tanto de las triquiñuelas del
comportamiento humano, tanto propio como extraño.
Saâd El Othmani (que somos, como quien dice, de la quinta:
el mismo mes, el mismo año), de apariencia frágil pero
correoso, es un político afable, honesto, con un punto de
timidez, muy pragmático, notablemente más abierto en el
plano privado que en el público, ligeramente espontáneo y
con el que se puede hablar, sin complicados alambiques, de
todo: las tablas permiten a nuestro personaje salir airoso y
con una sonrisa, si viene al caso, de cualquier lance. De
etnia amazigh, representa el eslabón entre la cultura
beréber y la áraboislámica. Su atesorada referencia islámica
(“un valor añadido”) le proyecta, naturalmente, hacia lo que
en Occidente entendemos como islamismo.
El encontrarnos cada uno, como suele decirse, al otro lado
de la trinchera no ha sido óbice estos años para que
dialoguemos en profundidad de lo divino y de lo humano.
Salvando las distancias, lo comparo con Julián Besteiro.
Debe cuidar que los extremistas, los Largo Caballero de su
partido, no lo catapulten a un radicalismo sin salida.
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