Esperar que en todos los encuentros donde se deciden los
campeonatos y donde la tensión estará por encima de una
jornada normal, los protagonistas no pierdan los nervios,
jugando con máxima deportividad y sepan ganar y perder.
Entrenadores, monitores, delegados, jugadores, padres y
familiares deben de saber perder y ganar y saber que por
encima del resultado está la deportividad y los buenos
modos.
Porque en definitiva tanto vencedores como vencidos harán
grande nuestro fútbol base.
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