En estos tiempos de democracia y
libertad se ha utilizado la censura contra “El loco de la
Colina” y su programa semanal “Lo Noche de Quintero” con
ocasión de entrevistar al ínclito José María García, que fue
el periodista mejor pagado de Europa (¿1.500 millones de las
antiguas pesetas por año?) y, al mismo tiempo, el inquisidor
nacional por excelencia dedicado, aparte de indagar e
investigar sobre realidades y circunstancias, a menoscabar
causando descrédito en la fama e, inclusive, en la honra de
todo ser viviente, tuviera relación o no con la cuestión
deportiva, que era su especialidad.
Jesús Quintero, el más destacado entrevistador de la
pantalla de televisión, lo llevó a su programa y, como no
podía ser de otra forma, José María García sacó a relucir
toda su artillería de improperios e injurias, que así han
sido catalogadas, contra el mismísimo ex presidente del
gobierno José María Aznar (“desde Franco no ha habido un
político que haya ejercido mas censura”), el ex presidente
del Real Madrid Florentino Pérez (“autor del mayor escándalo
de la democracia para construir cuatro rascacielos”), a los
periodistas Federico J. Losantos y al hoy diputado del
Parlamento Europeo Luis Herrero (“traidor y desleal”), la
Cadena COPE y para que seguir: ya se conocen las “andanzas”
del tal García por todo el ámbito de las ondas de radio
españolas.
Y es claro, la entrevista prometía morbo para aquellos
oyentes que tienen interés por las cosas malsanas de la
sociedad y para otros que, no siendo partidarios de la
información o declaraciones con insultos, descalificaciones
o ataques a terceras personas, existía verdadera
expectación. Jesús Quintero dejó en la interviú explayarse,
como es su norma, al entrevistado que, por lo oído (ya que
la censura a que hacemos referencia fue decidida por la
Dirección de Televisión Española excepto en lo referido al
presidente de la Corporación José Luis Fernández) “largó” de
lo lindo, como ya hemos dicho y como demuestra el hecho de
que Florentino Pérez, según también se ha difundido, haya
presentado una demanda judicial por las aseveraciones
vertidas en el sentido, poco mas o menos, de que, “con José
María Aznar, habría utilizado la influencia del poder para
llevar a cabo la venta de las instalaciones deportivas del
Real Madrid y liberar a este Club de la ingente deuda que
venia arrastrando”. Nosotros, que somos admiradores de Jesús
Quintero, no le quitamos la razón cuando manifiesta que “no
puede estar de acuerdo con la medida de censurar la
entrevista puesto que siempre ha creído en la libertad de
expresión, lamentando la decepción que la no emisión produjo
en la audiencia” pero nos preguntamos si ¿son causas
suficientes para ello las declaraciones vertidas por el
reseñado periodista José María García a pesar de haber sido
consideradas vejatorias rayando en lo delictivo?.
Nos queda, de todas maneras, la duda de que la argumentación
facilitada por Televisión Española sea suficiente para la
retirada de la entrevista y, por consiguiente, su no
emisión, porque en “ella no se vertían opiniones sino
insultos, descalificaciones y ataques a terceras personas”,
por una parte y, por otra, estamos con Jesús Quintero en que
“no fue parte de la decisión. Fue una decisión unilateral de
la dirección de TVE con la que no estuvo de acuerdo porque
la consideraba desmedida”. O sea que hoy, ni blanco ni
tinto, ni nos inclinamos por ningún color, que también
estamos en nuestro derecho de ser imparciales en la
controversia suscitada.
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