Pero eso sí, llegaron “Los
Trincones” escóndanse, carteras, relojes, plumas y hasta los
botellones. Que bonita es levantarse por la mañana y
escuchar música a pesar de que, algunos, se empeñen en
cambiarles las letras a las canciones. La cosas está en
escuchar música aunque sea con la letra cambiada. Igual, no
lo sé, de ahí vienen lo de las letras de cambio. ¡Será por
letras y por cambios!.
Por cierto lo tengo que decir, no me lo puedo callar, uno
del grupo de “Los Trincones” se ha prestado a ir al detector
y, en él, ha jurado y perjurado por todo lo jurable y
perjurable, que él nada tiene que ver en el asunto. Y el
detector dice: que miente. Hay que ver la de cosas que dice
el detector, en repuesta a las preguntas que se le hacen a
algunos personajillos. Qué quieren qué les diga creo al
detector, cuando a la pregunta realizada al personajillo,
dice que miente. Y es que, como uno es como es, cuando se
trata de cierto personajilo, se aplica aquello que dice: “el
que no te conozca, que te compre” .Y le conozco mejor de lo
que nadie puede imaginar. Así que, totalmente de acuerdo con
el detector, miente. Como decía la sabia de mí abuela,
:”miente más que parpadea, y sus ojillos no paran”.
Aprovechando el asunto, me estaba pensado, no sé por qué me
da por pensar, en ofrecerme a Juan Vivas para realizar la
misma labor que ha realizado Capello en el Madrid. Usease
hacerle la limpia correspondiente y dejarle el asunto de
dulce. Me bastarían, para llevar a cabo semejante limpia,
como mucho, una semana. Por la parte económica, el
presidente, no tiene por qué preocuparse, me bastaría con
trescientos mi euros de fichaje. Por supuesto que, una vez
terminada mi labor de limpieza del asunto, no me tendría que
dar ni un euro más. En esos trescientos mil euros de nada,
va incluido todos los gastos incluidos los de
representación.
Ahora, eso sí, lo único que le iba a exigir es total y
absoluta libertad de acción aunque, para ello, me tenga que
llevar por delante a más de un amiguete del presidente. Con
la seguridad, total, de que una vez finalizado mi trabajo,
me felicitaría por la realización del mismo. Y es que, mi
trabajo de limpieza, iba a ser modélico y le iba a dejar el
asunto tan limpio como una patena.
A ese, por el que han apostado apoyándolo con todos sus
esfuerzos para que consiga alcanzar un silloncito en la
Asamblea y, de esa forma, convertirse en los plenos, en tu
“mosca cojonera”, para conseguir un mayor benéfico, me lo
“cepillo” en un par de minutos. Es fácil, me bastaría con
tocarles el bolsillos a sus “padrinos”. Para toda esa fauna
de personajillos, que ni a personajes llegan, lo más
importante es la pela, si les quita la pela, son capaces de
vender a sus padres por recuperarlas. A este ritmo de
trabajo, para “cepillarme” a los que tengo que hacer la
limpieza, me iba a sobrar tiempo, menos de una semana.
El asunto de “Los Trincones” es quizás el que mas trabajo me
daría por tener que hacer cierto viaje y contar algo de un
asunto de “limpieza”.Pero vamos, cuarenta y ochos horas
incluida la noche que me tengo que quedar en el hotel.
En fin, presidente, no es por nada pero ahí te dejo mi
oferta por si te interesa ponerla en práctica en cualquier
momento. Te garantizo limpieza total y absoluta de toda esa
fauna.
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