Manolo De Gomar, la única novedad en la convocatoria del
Ceuta para enfrentarse al Córdoba, no tuvo un regreso feliz
a los terrenos de juego después de cuatro jornadas en la
grada. El delantero conileño, que había entrado en todas las
convocatorias de Orúe hasta la jornada 20ª, fue el gran
sacrificado cuando el club caballa fichó a Giovanni Pérez.
De Gomar no viajó a Mérida ni se vistió de corto en los tres
partidos siguientes ante el Villanovense, la UD Marbella y
la UD Melilla. El técnico del Ceuta decidió incluido en la
lista de Córdoba y darle media hora en el Nuevo Arcángel.
Sustituyó a Diego Herrera, pero se situó en la banda
izquierda al pasar Giovanni a jugar de ‘nueve’. De Gomar
intentó dejarse ver y participar en el juego, pero a su
equipo prácticamente no le salió nada ante el Córdoba y cayó
goleado. “Sinceramente creo que no jugamos mal, pero los dos
primeros goles nos hicieron mucho daño y dejaron el partido
muy encarrilado para el Córdoba. Ya no se puede hacer nada y
no queda otra que pensar en el Sevilla; el partido del
domingo, con independencia de que juguemos mejor o peor, hay
que sacarlo adelante”. subrayó.
Quinta amarilla
En el plano individual, además de quedarse con las ganas de
marcar cuando un remate suyo se perdió fuera en el último
suspiro, lo peor fue la tarjeta amarilla que le mostró Pérez
Vidarte, que es la quinta de la temporada y acarrea
suspensión. “En la jugada del 3-0 el árbitro pitó y todos
pensábamos que había señalado falta a nuestro favor por
fingir Arteaga penalti, pero dio gol de Javi Moreno. Lo
único que le dije es que había pitado antes y me amonestó.
Me perderé por sanción el partido del Sevilla, pero tengo
que seguir entrenando bien para que el míster vuelva a
confiar en mí”, concluye.
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