Espectáculo dantesco y lamentable el vivido en la sala de
vista de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta después
de que, al filo de las 00’30 horas de la madrugada del
viernes al sábado, se procediera a la lectura del veredicto
alcanzado por los miembros del Jurado.
Absuelto el hermano militar, petición de indulto para
Mustafa, el padre de 7 hijos y culpabilidad para Said, el
hermano toxicomano, es la decisión del Tribunal del Jurado
que fue leída anoche y que provocó las iras de la familia
del fallecido que dio paso a unos momentos de tensión
indescriptibles por los que tuvieron que actuar las Fuerzas
del orden Público.
Los familiares de la víctima ubicados en la parte izquierda
de la sala mostraron su descontento con el veredicto
mediante gritos de asesinos, seguido de histeria colectiva
que acogotaron a los miembros del Jurado. Llantos, miedo y
preocupación por la seguridad en la sala, provocó que la
Policía situara un dispositivo de protección a los miembros
del Jurado a los que escoltó para evitar cualquier tipo de
reacción violenta contra ellos.
El reloj marcaba la una de la madrugada, los familiares de
los acusados que ocupaban la parte derecha de la sala,
clamaban por la seguridad de su madre, Tamo que se
encontraba sola en su casa del Príncipe Alfonso hasta donde
acudieron varias dotaciones policiales. Policía Nacional y
Local trabajaron denodadamente para procurar seguridad a
todos y cada uno de los miembros de las respectivas
familias. Los momentos de tensión provocaron el bochorno
entre abogados, fiscales y jueces. El mobiliario de la sala
y las puertas de la Audiencia sufrieron las iras de los
descontentos.
En tanto unidades de la Policía Nacional protegían la
seguridad del Jurado a los que, por seguridad, le hicieron
permanecer en el interior de la Audiencia por más de una
hora y más tarde le dieron escolta, en la calle el altercado
proseguía en gran medida. La Uinidad de Intervención Rápida
y las unidades de Seguridad Ciudadana (092) de la Policía
Local se sumaron al dispositivo de los efectivos que la
Policía Nacional había desplegado en la zona, muy próxima a
la sede de la Jefatura Superior de la Policía.
Gritos, insultos, amenazas proferidas en momentos de alta
tensión rompieron la tranquilidad de la madrugada. A la una
y media, los alrededores del Paseo Colón en su confluencia
con Padilla estaba tomado por policías y vehículos poliales.
Los abogados marchaban de la sede judicial en medio de la
vorágine mientras los familiares después de mantener por más
de cuarenta y cinco minutos una situación de pre algarada,
fueron desalojando el lugar.
Entre tanto unidades policiales acudieron al barrio de
Príncipe Alfonso a procurar no sólo la protección solicitada
por los familiares de los acusados sino en prevención de
posibles consecuencias desagradables.
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La Defensa logró demostrar que Ahmed
no fue autor material de los hechos
No ha sido nada fácil mostrar la
realidad de los hechos y menos aún delimitar autorías y
motivaciones que habían supuesto la detención, acusación y
encarcelamiento de tres hermanos por haber causado la muerte
violenta de un individuo que previamente había malherido a
navajazos a la madre de los primeros a quien creían muerta y
golpeado a una de sus hermanas.
La Defensa logró demostrar que Ahmed, militar de profesión,
no fue participe de la autoría material de los hechos al
resultar herido de un navajazo en la rodilla en un lance
previo con el fallecido.
Del mismo modo, las circunstancias que rodearon los
dramáticos sucesos del 29 de enero de 2004 y en vista de los
datos expuestos, han servido al Tribunal del Jurado a culpar
a los otros dos hermanos, Said y Mustafa de quien, además se
solicita el perdón no sólo por ser padre de 7 hijos, sino
por los acontecimientos vividos y que propiciaron una cadena
de hechos lamentables que conluyeron con la muerte de un
hombre.
Este veredicto dio lugar a graves incidentes en la sala.
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