Los ceutíes se preparan para afrontar los últimos días del
Carnaval 2007, ya que desde ayer y hasta el próximo domingo
día 25 del presente mes de febrero muchas serán las
actividades a desarrollar según el programa de actos creado
por la Viceconsejería de Festejos de la Ciudad Autónoma de
Ceuta.
Ayer jueves, debido al mal tiempo reinante el esperado
pregón de Carnaval tuvo que ser llevado hasta el Varadero,
donde nuestro compañero periodista y carnavalero, Juan José
Coronado Navarrete, volvió a sorprendernos y realizó un
magnífico pregón de Carnaval 2007.
Juanjo, como todos en el gremio lo conocemos, hizo uno de
los pregones más sentidos y críticos de los que se han
podido escuchar por estas fechas en los últimos años.
Ataviado con una sudadera roja donde se veía impresa la
carátula del libreto original de la primera chirigota
juvenil de O’Donnel “Más vale reir que llorar”, que Pepe
Romero sacó en 1996, Juanjo, un periodista carnavalero o un
carnavalero periodista, se presentó como un humilde contador
de cosas y mal cantador de coplas al que le ha tocado
pregonar estas fiestas por orden del conde Don Carnal.
Invitando a los presentes a buscar corriendo una peluca, una
antifaz y un bote de pintura para inundar las calles y
esquinas de serpentina y papelillo, y prohibir
terminantemente los resentimientos y malos entendidos del
pasado.
Durante el discurrir del pregón, los que tenemos la suerte
de conocer a Juanjo, observamos como su conocida vena
poética afloró para hacer llegar a los presentes una de sus
grandes pasiones, el Carnaval. Un carnaval que tal y como el
pregonero destacó ya le ha robado una vida, como a Javi
Tellez, recordando que fue en aquella época donde uno no es
ni niño ni hombre, un viejo radiocasette y una grabación de
mala calidad le acercaron por primera vez, al Carnaval.
Como era de esperar, Juanjo tuvo emotivos párrafos para uno
de los carnavaleros más grandes de nuestra ciudad, un
carnavalero que siempre se fijó en la ilusión de los
chavales para inculcarles el Carnaval, un carnavalero que
tal y como Juanjo destacó no se pierde el carnaval de su
tierra desde el privilegiado anfiteatro del cielo, un
carnavalero que hizo renacer entonces la chirigota de
O’Donnell, y que desde allí arriba ha visto como sus niños
se hicieron hombres y algunos de ellos, pregonero, de ahí
que Juanjo se lo dedicara a su maestro, a nuestro maestro
carnavalero, Pepe Romero.
Posteriormente y tras la interpretación por parte de los
integrantes de la chirigota la “Senda de los Elefantes”,
chirigota de Josemi Romero, de una hermoso pasodoble, Juanjo
continuó con la parte más crítica de su pregón donde fue
comparando su siempre amado carnaval con el resto de la
vida, destacando que el cuarteto más famoso de la historia
es el de las Azores y no el de Rota, que cuando España entró
en Europa eran doce miembros como en una chirigota y que
luego fueron quince como en un Comparsa, y que ahora
veintitantos como en el Coro de Javi Anta, haciendo también
mención que luego los repertorios, todos los años con la
misma cantinela, el mismo estribillo, y criticando a esos
malos aficionados que sólo aplauden a su agrupación y pasan
del resto.
Juanjo destacó que el Carnaval es un anuario que sólo sale
en febrero, y que no entiende de líneas editoriales,
publicidades, y que no tiene nunca problemas a la hora de
cuadrar un titular, mientras que el periodismo es un balcón
privilegiado para mirar al teatro del mundo, donde todo el
mundo cabe, donde se puede ver quien lleva antifaz y
máscara, quien plagia las letras y quien canta a pecho,
afirmando que es una lástima que a veces ambos dos no
parezcan entenderse del todo, afirmando que ambos beben,
originalmente, de la misma fuente, el agua de la libertad,
que como dijo el poeta, no puede comprarse para que el
pueblo calle.
El pregonero continuó criticando a los ceutíes, que dándonos
golpes de pecho, nos ponemos como locos a defenestrar
nuestras fiestas para compararlas con las de fuera, como el
Carnaval de Cádiz, como la Semana Santa de Sevilla o como
las Cruces de Mayo de Granada.
Juanjo lamentó que Ceuta sea madrastra para sus hijos, y que
busquemos fuera lo que tenemos en casa, al igual que lamentó
que muchos de aquellos que llegan a nuestras costas y
encuentran aquí su hogar sólo vean defectos en una tierra
que les da todo, más que a sus propios hijos, y que para
camelarnos sólo tengan que decir que Ceuta es tan española
que Teruel.
Para finalizar, Juanjo se despidió agradeciendo a Ceuta, el
haberle permitido cumplir ayer su gran sueño y decirle a
Ceuta todo lo que siente, a lo que el público asistente se
lo premió con un ensordecedor aplauso que venía a corroborar
todo lo que nuestro querido compañero expuso en su pregón.
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