Los intereses de Ceuta, desde mi
personal punto de vista y creo que el de cualquier ceutí,
deben de estar por encima de cualquier otra cosa incluidas
las distintas ideas políticas, en el caso que existan ideas
políticas, cosa bastante difícil en los momentos en los que
vivimos, donde parecen brillar por su ausencia. Por ello,
debe privar un entente, al menos, cordial, entre las
instituciones aunque sean de diferentes signos. El
distanciamientos ,entre ambas instituciones, nada bueno
puede traer para los ceutíes que, al fin de cuenta, somos
los que vamos a padecer esos enfrentamientos entre unos y
otros puesto que no hay que olvidar, nunca, que unos
gobiernan en la ciudad y otros en el gobierno de la Nación.
Lógicamente, cuando se acercan las elecciones, en este caso
las municipales, todos los partidos políticos se lanzan al
cuello del contrario para tratar de atraerse a los electores
hacia su bando. Y vamos a asistir, cómo no, a escuchar a
unos y otros decir todo lo que se puede decir y lo que no se
debería decir. Es el juego de las elecciones donde, cada
uno, quiere arrimar el ascua a su sardina.
Pero hay formas y formas de decir las cosas evitando, todo
lo que se pueda, el recurrir al insulto barato que a nada
conduce. Claro que, todo ello, va en consonancia con la
capacidad intelectual de cada uno. Porque para realizar el
insulto con arte e incluso con cierta guasa, hay que poseer
un intelecto con la capacidad suficiente para efectuarlo.
Intentar imitar, algunos políticos lo intentan con escasa
fortuna, a Alfonso Guerra que dominaba, como nadie, la
ironía en sus ataques a los contrarios, hay que tener, antes
de nada, la capacidad intelectual, el arte y la ironía de
Guerra para decir las cosas. Unas cosas que caían muy bien
en el año 82 y que, en estos momentos, Alfonso, no las diría
porque sabe que no es el momento oportuno.
Las diferencias, al decir las cosas, al menos, como hay que
decirlas, acudiendo a la ironía, las podemos encontrar en
las declaraciones del presidente del Partido Popular, Pedro
Gordillo, manifestando, antes los medios de comunicación,
sobre el asunto del hospital que: “el Delgado del Gobierno
como el director provincial del Ingesa o mentían o tenían
mucha cara”.
La contestación del Delegado del Gobierno, cosa lógica, no
se hizo esperar ironizando sobre la figura política del
presidente de los populares. García – Arreciado dijo: “Es un
gran político, un político insigne ante el que hay que
rendirse; por la agudeza de sus criticas, por la finura de
sus expresiones, por la inteligencia con la que habla y por
la profundidad con la que se refiere a los asuntos. Y
después de rendirse ante él hay que rezar, rezar para que,
nunca, ninguna decisión importante pueda caer en sus manos,
¿qué quieren que les diga sobre el señor Gordillo?.
Servidor aprovechando la frase del Robert ”Ni quita ni pone
rey, ni defiende a ningún señor”, sólo les dejó las dos
intervenciones y, ustedes, juzguen como mejor crean
conveniente a ambas personalidades.
Las diferencias, entre ambos, son abismales o al menos el
menda las encuentra, habida cuenta de que la ironía es uno
de mis fuertes. Me encanta escribir de esa forma, que me
hace realizar la labor, cada día, sin recurrir al insulto
barato.
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