Los datos del Índice de los
Precios de Consumo, el famoso IPC que se mide mensualmente
para conformar el dato interanual que indica el nivel de
inflación, ha bajado espectacularmente en el pasado mes de
enero con cifras históricas. De tal guisa que el IPC
nacional se sitúa en el 2’4. Las rebajas han tenido gran
parte de culpa.
En Ceuta, el mes de enero sufrió una caída de once décimas
respecto al mes anterior y dejó la primera mensualidad del
año en el 2’3%, por debajo de la media nacional, lo cual es
un buen dato que debería tener continuidad en los meses
subsiguientes de este 2007.
Mientras que la Ciudad Autónoma de Melilla se erije en estos
instantes en la localidad más inflacionista de España, Ceuta
se sitúa aproximadamente en la media nacional. Lejos eso sí
de ciudades como Toledo o Las Palmas que con 1’7% se
convierten en los territorios más baratos de España.
Si hay un dato que codayuve al incipiente interés por el
desarrollo turístico, este es precisamente la contención de
precios de consumo. En definitiva, que la ciudad disponga de
mercadería a buen precio, competitiva, capaz de animar -con
ello- las ventas y favorecer a la economía de consumo
global.
Es cierto que el dato, en estos momentos, puede resultar
engañoso en tanto en cuanto sólo llevamos contabilizado el
primer mes del año que coincide, precisamente, con las
famosas rebajas. Habrá que esperar pues a que concluya
febrero y las cifras comiencen a estabilizarse. Bueno sería
que Ceuta se mantuviera por debajo de la media del IPC
nacional. Un dato beneficioso para el bolsillo de los
ceutíes y atractivo ¿por qué no? para el visitante.
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