Los cerca de cuarenta pescadores del voraz de Ceuta
iniciaron el pasado lunes un paro biológico que les tendrá
imposibilitados de salir a faenar durante un periodo de dos
meses y medio. Los pescadores de las 8 embarcaciones ceutíes
dedicadas al voraz o ‘besugo de la pinta’ iniciaron un
periodo de inactividad e incertidumbre marcado por la espera
de las ayudas por parte del Estado.
Según informaron fuentes de la Cofradía de Pescadores de
Andalucía, esta parada biológica afecta a embarcaciones de
Algeciras, Tarifa, Barbate y Ceuta. En total unos 140 barcos
de los puertos del Campo de Gibraltar y 400 tripulantes
iniciaron la parada biológica que se prolongará hasta
inicios de mayo.
Para este nutrido grupo de pescadores se tiene previsto unas
ayudas económicas para paliar la inactividad durante este
periodo. En el caso de las ciudades gaditanas las ayudas las
recibirán de la Consejería de Agricultura y Pesca, mientras
que los barcos de Ceuta recibirán ayudas del Gobierno
central. De esta forma, las administraciones pagarán 36
euros por día de actividad y tripulante y los barcos
recibirán ayudas en función del tonelaje.
Las fuentes precisaron que los pescadores están preparando
la documentación para recibir las ayudas contempladas en la
parada, con la que se pretende la recuperación del caladero.
Tensa espera
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, José
Hernández, confesó que lo peor del paro no es la inactividad
sino el tiempo que se tarda en cobrar. Por tanto, una tensa
espera para los cerca de 40 pescadores que se ven obligados
a dejar su actividad habitual.
Según explicó Hernández, a los pescadores ceutíes las ayudas
por los paros biológicos las da la administración central y
ellos deciden cuando pagan. “Por la experiencia de años
anteriores nos pagan en cinco o seis meses. Tanto tiempo sin
fuentes de ingreso económico es mucho”, sentenció.
Desde la Cofradía de pescadores se va a intentar poner fin a
esta situación ya que barruntan que la demora en el pago
puede perpetuarse en esta nueva ocasión. “Vamos a intentar
tener un encuentro con algún representante bancario de la
ciudad para ver si ellos se hacen cargo del pago en menor
tiempo y luego ellos requieran la ayuda económica a la
administración central”, explicó Hernández.
En el caso de Algeciras, Tarifa o Barbate, al ser la Junta
de Andalucía la que hace el ingreso económico, el pago se
realiza a final de mes. Esta situación produce una sana
envidia a los pescadores ceutíes que piensan que la misma
fórmula puede aplicarse también con ellos.
Hernández reconoció que esta problemática subsiste desde
hace un par de campañas y significó: “Estas paradas nos
hacen mucho daño”.
La Cofradía de pescadores ha dado de baja a los cuarenta
afectados por el parón y los roles de los barcos han sido
entregados en Capitanía Marítima de Ceuta.
Repoblación de especies
La parada se hace para que se reponga la población de peces
de la zona del Estrecho. “Este paro que es necesario, no
sirve de mucho en algunas ocasiones”, denunció Hernández.
Según este, el sentido de dicha actividad se pierde si hay
algunos pescadores que faenan. Este aludió a que los
marroquíes siguen con su actividad en la zona.
Con algo de desánimo, Hernández señaló que son varias las
paradas biológicas que se realizan a lo largo del año y que
minan sensíblemente los ingresos económicos de estos: “El
voraz son dos meses y medio, luego el cerco son dos meses, y
más adelante el arrastre otros dos meses. Así que algunos
tienen casi un año de paro biológico”.
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