Finalizaba el mes de enero de 2004 cuando los rotativos
ceutíes amanecían con un sangriento crimen ocupando sus
portadas, “Asesinan a una persona de 36 años a base de
hachazos y navajazos” abría El Pueblo de Ceuta su ‘página
tres’ con el sanguinario acontecimiento que llenó columnas
durante toda la semana; hoy, día 19 de febrero de 2007 –casi
tres años después- se inicia el juicio por aquellos hechos
que provocaron la detención de cuatro hermanos, una vista
que contará con el hecho circunstancial y poco habitual de
la presencia del jurado.
Los hechos citados ocurrieron el día 29 de enero de 2004 en
torno a las nueve de la mañana en la barriada del Príncipe
Alfonso de la capital ceutí, precedidos de una ‘agresión
leve’ del posteriormente asesinado. ‘Cruce de navajas’
familiar, ya que los ahora encausados provocaron
presuntamente la muerte en el acto del anterior, saliendo
–como dicen las crónicas de los hechos- “sin ningún tipo de
prisas”.
“Fuentes de la investigación han señalado a esta redacción
que no solamente el hachazo recibido por A.H.A. había sido
mortal, sino que también las puñaladas fueron de una gran
gravedad. A pesar de que le trasladaron de manera inmediata
al servicio de urgencias del Hospital del Instituto de
Gestión Sanitaria, nada se pudo hacer por su vida, ya que
llegó muerto hasta el centro hospitalario.
Por otro lado, el agresor herido fue llevado hasta el
Hospital Militar, donde quedó ingresado en las primeras
horas y prestó la correspondiente declaración ante los
miembros del Grupo de Delincuencia Organizada de la UDYCO”
como reza en las hemerotecas, destacando que “a lo largo de
la jornada de hoy continuarán los careos y los
interrogatorios y no se descarta, en absoluto, que se pueda
realizar una reconstrucción de los hechos en el mismo lugar
del homicidio”.
En aquel momento, las circunstancia provocadas por el
incidente hacían temer por la propia seguridad de la
barriada “Dos puntos calientes, a lo largo de varias horas,
tras la muerte de esta persona de treinta y seis años. Por
un lado, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que
subieron hasta la barriada Príncipe Alfonso para iniciar las
investigaciones de los hechos, concretamente, los miembros
del Grupo de Delincuencia Organizada de la UDYCO, junto a
varias patrullas, no tuvieron más remedio que solicitar la
comparecencia, en apoyo, por parte de la Unidad de
Intervención Rápida de la Policía Local. Los ánimos estaban
bastante caldeados en esta zona del Príncipe Alfonso, por lo
que no quedó más remedio que efectuar este dispositivo para
que, al menos, se calmaran las personas, muchos de ellos
amigos y familiares de las dos familias que se habían visto
implicadas en los sucesos. El otro punto caliente estuvo en
el Hospital del Instituto de Gestión Sanitaria, donde los
nervios y las circunstancias hicieron que familiares del
fallecido expresaran su dolor, de manera, que se pudo
provocar un verdadero conflicto de orden público” explicaba
el rotativo.
Así las cosas, las circunstancias pusieron tilde de tragedia
ciudadana, perdiéndose la identidad de la realidad a favor
de la ‘calentura’ de la situación; los familiares de A.H.A.
amenazaron con tomarse la Justicia por su mano y “llevarse”
por delante a alguien relacionado con los cuatro detenidos
que son presuntos culpables de la muerte de esta persona de
treinta y seis años. “Estas amenazas fueron realizadas, a lo
largo de toda la jornada del jueves e, incluso, por la noche
de ese mismo día, se lanzaron varias piedras contra la casa
de la madre de estos cuatro detenidos” se explicaba
entonces.
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