A Charly Derdabi se le conoce por ser un enamorado del
atletismo y por no perderse una carrera de las muchas que se
organizan en Ceuta.
Comenzó a correr a los 27 años “para bajar barriga por la
cerveza” y la gente le decía que se había vuelto loco. Ahora
tiene 58 años y lo sigue haciendo. A pesar de que la gente
le llama ex-atleta, avisa: “voy a seguir corriendo”.
En Ceuta es un fijo de las carreras, “no fallo a ninguna”
desde los 100 metros hasta la larga distancia, aunque su
prueba favorita es el hectómetro. Una distancia que en sus
mejores tiempos llegó a correr en 11 segundos, y ahora,
cerca de cumplir los 60 años, el cronómetro lo para en 14”.
Él, seguro de sí mismo apunta que “es difícil de creerlo,
pero lo hago”.
Su mejor clasificación fue un decimosegundo puesto como
veterano B en el Maratón de Madrid. “Mi mejor resultado”,
explica. Y se muestra orgulloso de haber corrido con atletas
internacionales.
En la actualidad, además de dedicarse al deporte, atiende su
negocio y desde hace 18 años es presidente de la Asociación
de Vecinos y Comerciantes Plaza de Azcárate.
Preguntado por una anécdota, contenta que “si yo le
preguntara a las suelas de mis zapatillas cuantos y cuantos
kilómetros han corrido, estoy seguro que no podrían
responderme”, por lo que se queda con “el sacrificio de a
diario, de días y años de ejercicios y fuerza de voluntad”
para poder mantenerse en forma.
Cuenta que “empecé a correr para bajar barriga” y la gente
le decía que se había vuelto “majara”, pero el atletismo se
ha convertido en su manera de entender la vida.
Su pena es no haber comenzado a correr antes. Una espina que
tiene clavada, ya que asegura que “si hubiera empezado antes
hubiera ido a un mundial o hubiera sido olímpico”.
Se define como “un mediofondista, que se atreve con todo, y
al que le gusta la velocidad”. Y añade que al maratón
“llegué un poco mayor”.
Tiene título de entrenador, por lo que sabe como cuidarse.
“Hay que saber entrenar, hay que formarse, correr, ir
poquito a poco... que te puede dar un patatús”.
Con cerca de 300 trofeos en su casa, dice que no sabe donde
ponerlos.
Además del atletismo, le gustan otros deportes como “el
fútbol, el tenis, el automovilismo..., el deporte me
encanta”. Y que además de practicarlo, no se cansa de verlo
por televisión cuando está en su casa.
Como veterano, aconseja a las nuevas generaciones que se
dejen “de juerga, del botellón, de las drogas...”, puesto
que “lo mejor que se puede hacer es pasar sin drogas”.
“Menos botellón y menos drogas”, termina de forma
contundente.
Charly se muestra muy agradecido con las instituciones
locales, y hace especial hincapié en el papel del Instituto
Ceutí de Deportes, por el desarrollo del atletismo. Un
agradecimiento que personifica en Ángela Bobillo, a la que
define como “una persona maravillosa que vale por diez
hombres”.
En cuanto al capítulo de agradecimientos, el veterano atleta
tampoco se olvida de “los Cuerpos de Seguridad del Estado,
así como de Protección Civil, de los cronometradores de las
carreras, y en definitiva de todo el pueblo de Ceuta por su
cariño”.
En cuanto a su futuro, con una sonrisa en los labios, avisa
que seguirá corriendo. “Retirarme no me retiro”, a pesar de
que haya quien le llame exatleta.
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