Ante la complicada situación que atraviesa el Atlético de
Ceuta, se espera que el veterano técnico Jaco Zafrani pueda
ser el revulsivo que necesita el equipo para cambiar una
dinámica negativa que ha llevado a la entidad hasta lo más
hondo de la clasificación.
El domingo ante el Chiclana (17:00h) se sabrá si el relevo
en el banquillo ha sido suficiente acicate para que los
rojiblancos levanten cabeza en un partido clave para el
futuro del club presidido por Pepe Ríos.
Jaco, que desde el primer momentó intentó recuperar la
confianza de sus jugadores y subirles la moral, está
haciendo especial hincapié en los tiros a puerta y en la
definición, asignatura pendiente de los ceutíes que están
pagando caro su falta de acierto ante la portería contraria.
Tras trece partidos sin lograr la victoria, y con un balance
de seis puntos sumados de los treintainueve últimos
disputados, los rojiblancos afrontan sin tapujos “el partido
más importante de la temporada”. Un choque que según
palabras del guardameta Ezequiel, “sin duda alguna debe
servir como punto de inflexión”.
El portero, que volverá al equipo tras cumplir ante el Betis
B su partido de sanción, dice que la acogida del vestuario
al nuevo entrenador ha sido “bastante buena y se ha
encontrado un grupo bastante comprometido”.
En cuanto al partido en sí, el grupo afronta el encuentro
con la intención de “sumar tres puntos ante un rival directo
y que no los puedan sumar ellos”.
Desde el vestuario se dice que el resultado del domingo
dictaminará si el relevo en el banquillo ha se servido de
estímulo.
Con el alta de Ezequiel y el regreso a los entrenos del
zaguero Sebas tras un proceso gripal, Jaco tendrá las bajas
del portero Juanma, con un esguince de muñeca, Tote, que
cumple ciclo de tarjetas y Marcelino que fue expulsado ante
el filial bético.
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