Llegó al Gobierno tras unos momentos de gran convulsión
institucional. Una legislatura que concluyó con dos mociones
de censura, la segunda de las cuales propició la salida de
quienes apostaban por vaciar el arca de caudales de los
ceutíes tras un trabajo quirúrgico desarrollado entre la
entonces sede de Real 90 y Génova más el apoyo decisivo del
Gobierno de la nación.
Pregunta: Cómo recuerda aquellos momentos de 2001 cuando
accedió a la Presidencia.
Respuesta: Lo primero que quiero constatar es que estaba
entonces menos preparado de lo que estoy ahora, en cuanto al
componente que tiene la preparación ligada a la experiencia.
Evidentemente con menos experiencia se afrontaba un reto
complicado y difícil. Yo creo que fue -la preparación de la
moción de censura al GIL- una operación de riesgo para el
PP. Tengo que reconocer que aquello contó con el beneplácito
y el apoyo decidido de la dirección nacional del partido y
con la complicidad del entonces y actual presidente del
Partido a nivel local, Pedro Gordillo... y éramos
conscientes de que era una operación de riesgo en unos
momentos difíciles, convulsos... la experiencia decía que
quien accedía a la presidencia o alcaldía por la vía de la
moción de censura, no solía repetir en el cargo,
precisamente por la complejidad y dificultad que ello lleva
aparejado. Pero también es verdad que entonces era una
oportunidad para cambiar el rumbo que había tomado el
gobierno de la Ciudad. Lo hicimos de una manera
comprometida, conscientes de la complejidad del asunto y con
buena fe porque asumimos desde el primer día que la primera
dedicación estaba en trabajar al servicio de los ciudadanos
de Ceuta y no en perseguir a los que sucedíamos en el
ejercicio del Gobierno. Fue un pasar página y procurar
hacerlo bien. Ha habido quien lo criticó, pero hoy lo
volvería a hacer de igual manera. Al final nos llevamos la
mayor satisfacción en la recompensa de la confianza
generalizada del pueblo de Ceuta en las elecciones de mayo
de 2003 donde se legitimó la actividad política llevada a
cabo durante esos dos años difíciles, apasionantes y en los
que aprendimos mucho.
P: ¿Qué Ceuta se encontró desde la posición de la
Presidencia en aquel convulso 2001?
R: Entonces las peleas políticas llamaban mucho la atención
y además yo creo que generaban un clima de desconfianza en
el conjunto de los ciudadanos, y además de descrédito de la
institución que representa a todos los ceutíes. Institución
que está para tratar -fundamentalmente- de solucionar los
problemas de los ciudadanos y no para convertirla en un
circo, según algunas épocas vividas tiempo atrás. Ese era
nuestro primer objetivo; teníamos que recuperar la imagen de
la institución y ponernos a trabajar en lo que los
ciudadanos demandaban. Y creo que se ha conseguido.
Han pasado seis años, esos espectáculos se han acabado y la
imagen de la institución se ha recuperado. Eso está en la
calle -lo digo con toda la modestia-, el ciudadano empezó a
ver que en Ceuta se invertía en equipamientos urbanos, en
infraestructuras, en las calles, las plazas, la limpieza dio
un giro; los ciudadanos volvían a tener agua las 24 horas,
los ceutíes veían que las becas se incrementaban, que las
atenciones sociales se llevaban a cabo y que las
circunstancias de Ceuta se defendían en el exterior... esas
fueron las esencias del cambio, un cambio que perdura y que
se consolida.
P: Entonces el Estado jugó un papel fundamental. ¿Cuál
fue la aportación de José María Aznar?
R: Fue una aportación decisiva porque el señor Aznar tenía
una máxima prioridad porque Ceuta -por sus razones
singulares es una ciudad necesitada del compromiso y del
apoyo del Estado- viviera un clima político de serenidad y
de estabilidad. José María Aznar apostó decidídamente por
esta estabilidad y, a través de él, toda la dirección del
Partido y en particular la persona que entonces ostentaba la
Secretaría General del PP, Javier Arenas.
En consecuencia, para que esa estabilidad se viera
favorecida por una situación financiera capaz de afrontar
retos en materia de inversión y en mejoras de servicios sin
que repercutiera en los bolsillos de los ciudadanos de
Ceuta, lo que hubiera significado un demérito de quienes
estábamos al frente del Gobierno, pues vino muchísima ayuda
a Ceuta y, sobre todo, mucha ayuda financiera y apoyo
anímico con presencia de ministros. Eso vino a reforzar el
objetivo de estabilidad que necesitaba la ciudad.
Quiero hacer un inciso: más que mérito de los que hemos
tenido responsabilidad de gobierno, conmigo a la cabeza en
estos años, creo que esta estabilidad se ha producido por
unas condiciones creada que la han favorecido. Y ello ha
conllevado la recuperación de la imagen de la institución
fundamentalmente.
P: Estar al frente de un gobierno durante seis años con
un objetivo marcado favorece la estabilidad y la consecución
de logros a corto y medio plazo.
R: Es cierto que desde las primeras elecciones democráticas
de 1979 nadie había estado durante tanto tiempo al frente
bien de la Alcaldía, bien al frente de la Presidencia.
No lo digo como mérito pero lo comento como factor de
estabilidad que ha repercutido positivamente en nuestra
capacidad de responder a las demandas de los ciudadanos.
P: Acabado el gobierno del PP al frente del Estado y la
llegada del PSOE como conductor de los designios de España,
se abrió una nueva etapa de relaciones entre el gobierno
central y la Ciudad Autónoma en la que el dialogo y la
moderación han jugado un papel esencial.
R: El diálogo es necesario y la moderación también. Las
buenas relaciones con el Estado es un elemento esencial para
Ceuta. Creo que la colaboración institucional es buena en
cualquier parte de España, pero en el caso de territorios
como el nuestro y algún otro, en los que se dan las
peculiaridades de ser frontera; de contar con un impacto
notable derivado de la inmigración en servicios
fundamentales; de escasa superficie; de pocos recursos
básicos y de extrapeninsularidad, el apoyo del Estado es
absolutamente imprescindible para que podamos conseguir esa
legítima aspiración irrenunciable de contar con unos
servicios públicos iguales a los que se disfrutan en el
resto de España. Y la mejor manera de conseguirlo es
estableciendo puentes de comunicación y mecanismos de buena
relación con la Administración General del Estado. Y todo
ello compatible con una actitud reivindicativa.
P: En estos momentos de permanente ‘lluvia’ entre PP y
PSOE, el que se encuentren puntos de conexión para con Ceuta
se antoja como importante y responsable.
R: Es necesario que los dos partidos principales de
implantación nacional, que además significan -por razones de
lógica democrática- la alternancia en el gobierno de la
nación, estén deacuerdo en lo fundamental. Eso favorece en
estabilidad y redunda en una mejor posición de España ante
los retos que tenemos encima de la mesa para poder seguir
siendo una de las naciones que ocupan un lugar de privilegio
en el ranking internacional.
P: Entramos en una fase previa de campaña electoral con
nuevos retos, con nuevos objetivos...
R: En primer lugar debemos destacar que es un momento
importante. Son unas elecciones transcendentes. Como un
político experimentado decía: cuando las elecciones se
pierden, no las gana la oposición, las pierde el gobierno.
Nosotros nos preparamos para el examen más decisivo que se
puede pasar en democracia que es la opinión de los
ciudadanos de Ceuta acerca de la gestión de la ciudad por
parte del gobierno y de su presidente.
Para mí, como comprenderá, es una situación a la que doy
suma trascendencia porque le vamos a preguntar a los
ciudadanos de Ceuta el día 27 de mayo si siguen confiando en
que yo siga estando al frente del Gobierno de la Ciudad o
si, por el contrario, quieren que otro presidente o
presidenta tome la responsabilidad de la Presidencia.
Yo no acudo solo, acudo con el Partido Popular y con la
conciencia tranquila de que hemos hecho un buen trabajo y
acudimos con muchas ganas e ilusión. Antes decía que tenía
menos experiencia en 2001, pero llego no sólo con la
experiencia acumulada en estos seis años, sino con la misma
ilusión y con las mismas ganas de entonces.
P: Pero para encontrar el respaldo, de nuevo, de los
ciudadanos ¿cual es la fórmula que se va a explicar desde el
PP?
R: Que vamos a reforzar y consolidar lo que estamos haciendo
bien: la inversión dedicada a la transformación de la
fisonomía urbana de Ceuta que, aunque hayan opiniones
diversas, es algo que se reconoce no sólo por ceutíes sino
por los visitantes; por otro lado creo que hacemos bien en
poner en valor nuestro riquísimo patrimonio cultural,
histórico y monumental; hacemos bien el poner a nivel de las
mejores ciudades del país en lo que se refiere a los
servicios que llamamos comunitarios esenciales como la
limpieza, el alumbrado público, los jardines, las playas, el
abastecimiento de aguas, el saneamiento, el área de
Gobernación...
Debemos continuar con el esfuerzo relativo a intensificar
los recursos destinados a actuaciones favorecedoras de la
cohesión social como la asistencia social, las becas, la
atención a la mujer, a los mayores, a las asociaciones
juveniles, a las personas con discapacidad...
P: Y hay asuntos que mejorar
R: Tenemos que esforzarnos aún más en lo que consideramos
como carencias. En este sentido debo decir que hemos hecho
un trabajo ímprobo en materia de vivienda, lo estamos
haciendo creo que bien, pero debemos seguir esforzándonos.
No creo que hayamos hecho una mala política de vivienda,
sino que a pesar de las limitaciones hemos hecho una buena
política de vivienda. Y lo digo para que los responsables
políticos y gestores de esta materia no vayan a interpretar
que merecen una mala calificación, todo lo contrario. Este
asunto es dificilísimo, es un déficit crónico e histórico de
Ceuta y ahora se nos abren nuevas oportunidades que tienen
mucho que ver con el trabajo que ahora se ha hecho. Pero
creo que ahora que estamos en la fase de poder tener en el
primer año de la próxima legislatura revisado el PGOU, que
tenemos las urbanizaciones efectuadas de Loma Colmenar y de
Huerta Téllez y que tenemos yacimientos de promoción privada
de viviendas, creo que podemos iniciar la próxima
legislatura dando los pasos firmes para que el objetivo de
construir 6.000 viviendas en Ceuta puedan cumplirse en las
próximas cinco o seis anualidades. Esto incorpora un factor
de ractivación económica muy importante para Ceuta.
P: Las barriadas son realmente exigentes y merecen una
especial dedicación
R: Detecto, no obstante que existe la necesidad, en algunas
zonas de la ciudad, de que sea más ambiciosa la política de
las inversiones en barriadas. Creo en este campo se ha hecho
mucho. Los gobiernos que he presidido han inventado los
planes de dotaciones en barriadas que significa una
formulación sistemática y programada de la inversión en
nuestros barrios; pero debemos seguir invirtiendo porque
tenemos asignaturas pendientes. Debemos afrontar la
urbanización de la barriada Príncipe Alfonso porque es una
acción necesaria para alcanzar altas cotas de integración
social en este barrio.
P: La inversión pública es necesaria, pero favorecer lo
privado no es descabellados
R: Es una cuestión importantísima en la que comprometo la
disposición absoluta del gobierno de la Ciudad, es decir, la
colaboración con otros agentes económicos y sociales; y, por
supuesto, con el gobierno de la nación que tiene un papel
decisivo en el desarrollo económico de Ceuta en lo que es
generar una estructura que sea capaz de atender las
necesidades de empleo de nuestra ciudad.
P: A lo largo de los seis años hay camino andado
R: Además de todo lo dicho, ahí están -además- las
actuaciones llevadas a cabo en el plano turístico apostando
por un turismo de calidad, poniendo en valor nuestro
patrimonio y promocionando Ceuta donde los agentes
económicos decían que había que hacerlo; ahí están los
incentivos para que los promotores turísticos inviertan;
está el polígono que hemos urbanizado y que genera unas
expectativas favorables; están los planes de empleo que no
existían y que conseguimos que se aplicaran en Ceuta;
tenemos los incentivos a la inversión que otorga Procesa y,
sobre todo, las bonificaciones en la Seguridad Social que ha
sido la medida más importante llevada a cabo en los últimos
veinticinco años.
Pero no debemos darnos por satisfecho hasta que no
dispongamos de unos niveles de renta y de ocupación
equiparable a las medias nacionales. Básicamente este es el
marco de objetivos en el que nos vamos a desenvolver si
renovamos la confianza del pueblo de Ceuta para los próximos
años.
P: Seis años en los que no ha estado solo
R: Para mí es fundamental reflejar mi agradecimiento hacia
todas y cada una de las personas de que han estado
ayudándome en la acción de gobierno a lo largo de todo este
tiempo. Es evidente que sin el trabajo y la dedicación de
cuantos han formado esos equipos distribuidos en las
diferentes áreas de responsabilidad, no podríamos estar
hablando de esta estabilidad institucional en la que nos
encontramos y no habríamos logrado los objetivos conseguidos
hasta el momento y la planificación de un mejor futuro para
los ciudadanos de Ceuta.
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Ha logrado compaginar la responsabilidad de Ceuta
con su pilar esencial: la familia
“Tengo que decir que esto es muy
bonito. Ser presidente de la tierra en la que has nacido es
un altísimo honor, pero es bonito porque muchísimas personas
de la manera más sencilla que nos podamos imaginar,
manifiestan su agradecimiento, simpatía y afecto. Puedo
garantizar que por ellos se hace.
Y con esto quiero reivindicar el papel de los políticos, de
todos los políticos.
Pero aunque realmente este aspecto es bonito, te complica la
vida familiar. Lo que intento hacer es que estas
preocupaciones no perturben en exceso la vida familiar. Creo
en la unidad de la familia, en que sus elementos se
apoyen...
En este sentido a lo largo de estos seis años he procurado
no alterar en exceso la vida familiar, pocas veces como
fuera de casa, mantengo siempre la charla diaria con mi
mujer, con mis hijos. Aunque trabajo las mañanas de los
sábados y los domingos, procuro reservarme esas dos tardes.
Pero tengo que agradecer, en este sentido, la comprensión y
el apoyo que encuentro en mi mujer y en mis hijos, son un
pilar esencial”.
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