No quisiera acabar mis notas sobre la conferencia de marras
sin dos observaciones:
Una genérica, como sería la eventual formación de un frente
electoral antiislamista animado, sobre todo, por la
izquierda marroquí (Unión Socialista de Fuerzas Populares,
USFP y Partido Popular Socialista, PPS) pero al que podría
sumarse con gusto el viejo partido del Istiqlal, todo ello
amparado por el grupo de presión mejhzaní que estaría
alentando, también, el voto amazigh (beréber para
entendernos). En suma, mientras inaugura nuevas sedes por el
norte el Istiqlal estudia incorporarse a una coalición de
perfil antiislamista.
Otra más concreta, como sería la plausible fragmentación del
voto islamista, pues como veremos en su momento al PJD
(Partido de la Justicia y el Desarrollo) le habrían salido
hasta el momento dos competidores directos en su propio
campo, por no hablar de la animosidad existente en la gran
reserva de voto que suponen las masas de Justicia y Caridad.
Y, finalmente, una nota de color. Es sabido que la juventud,
divino tesoro (Rubén Darío) es un capital humano codiciado
por propios y extraños pues, al afán de conocimiento e
idealismo propio de los años mozos se une, en general, una
falta de madurez parcialmente suplida por el ineludible paso
del tiempo. Más sabe el diablo por viejo que por diablo,
¿no?. Desde cualquiera de las coordenadas que se parta las
juventudes siempre han estado en primera fila, sacando pecho
y siendo utilizadas en un sinnúmero de ocasiones, en su
ingenuidad ardorosa, como adoctrinada carne de cañón, de ahí
que un partido de rancio sabor nacionalista como es el
Istiqlal no dude en patrimonializar el empuje del movimiento
escultista fundado, en julio de 1907, por el militar y masón
británico Baden Powell. Era simpático (como pudo comprobar
el lector en la edición del lunes) contemplar a la
muchachada, camisa azul celeste y pañoleta roja al cuello,
formar a la entrada del cine para, ya en el interior,
entonar patrióticas canciones. Lo que son las cosas a uno y
otro lado del Estrecho: en Marruecos todavía están
construyendo un país, mientras en España estamos
demoliéndolo a marchas forzadas... Crucé mis dedos con el
típico santo y seña scout siendo prontamente correspondido,
con gestos y miradas de complicidad, por los scouts
istiqlalíes. ¿Y quién coño será ese?, se preguntarían. Pues
nada chicos (pensé para mis adentros), un felón mediático,
traidor a su país y pasado con armas y bagajes al enemigo, o
sea a vosotros, a los moros..... según se desprende de un
reciente artículo que me niego a perder una letra en
calificar. Ya lo hará el juez. ¡Vade retro, Satanás!.
¿Qué influencia podría tener el Istiqlal en Ceuta?. No mucha
en principio por su ideología netamente anexionista al Reino
de Marruecos aunque, debido a su peso y proyección, algo más
que el radicalizado (en cuanto a Ceuta y Melilla se refiere)
Partido Liberal Marroquí. El eventual voto del musulmán de
Ceuta (a uno y otro lado del Tarajal, pues una inmensa
mayoría de los mismos si que están, como suele decirse, con
una pata aquí y otra acullá) es francamente islamista y me
temo que de forma, chuia, chuia, progresiva e irreversible.
En lo concerniente al referente ceutí y por sacar a la
palestra (¡Hágase la luz!) a dos conocidos políticos
musulmanes, para mi asombro no suficientemente pesados ni
medidos en la plaza, nos encontramos las dos referencias:
uno, centrista y moderado; otro, radical y extremista. Ponga
el lector los apellidos y reflexione la ciudadanía
musulmana, a lo que sé cada vez más enganchada a esta
página. ¡Chukram!.
En cuanto al peligroso frente del terrorismo islamista (y
sin hablar por ahora del ejército de reserva nutrido por las
filas de la quinta columna), dejaremos para mañana su
abordaje con cierta perspectiva, analizando al menos cinco
parámetros:
- El terrorista en sí.
- El de las células desarticuladas y los juicios en ciernes.
- El entramado ideológico de apoyo encubierto.
- El velo o hiyab: ¿referente cultural o religioso?.
- La emigración a Occidente.
Nos vemos.
|