Ahora se cumplen sesenta años
desde que apareció la publicación satírica “La Codorniz”
(“la revista más audaz para el lector más inteligente” según
rezaba en su cabecera), en la que se censuraba acremente o
se ponía en ridículo a quien hiciera falta. Aquella “Oficina
Siniestra”, de la que recordamos una viñeta en la que se
veía a un jefe contando un chiste y a todos los empleados
alrededor del mismo riéndose a carcajadas con un letrerito
en el pecho en el que decía: “pelota num. 1”, “pelota
num.2”, etc. menos uno que estaba muy serio y, en vez de
“pelota número tal”, se le leía en el pecho: “empleado
nuevo”. Fue, también, muy famoso y comentado en todos los
corros intelectuales aquella otra viñeta en la que se vía un
huevo y se explicaba que era “el huevo de Colon”. El otro,
seguía diciendo, saldrá la próxima semana…
De “La Codorniz”, aparte de dar un aire humorístico a
aquella España de la posguerra, tiempo posterior a la
terminación de la guerra civil española durante el cual se
sustentaban las lógicas perturbaciones ocasionadas por el
conflicto bélico, se han contado muchas cosas, algunas de
ellas no ciertas, como aquel chiste que circulaba atribuido
a la misma referido a un parte meteorológico que afirmaba
“que reina en toda España un fresco general procedente de
Galicia”. Tambien se comentaba en tono de historieta (habrá
que consultar en la Biblioteca Nacional donde se guarda la
recopilación del total de revistas publicadas por “La
Cordoníz” para constatar su veracidad) aquella otra en que
se encontraba un alto personaje jugando a las cartas con
unos amigos, todos de excelente porte, en la que uno de
ellos no hacía más que repetir, cuando venga el rey…, cuando
venga el rey…, a lo que el Jefe (que se podía uno figurar
que fuera un Ministro o Subsecretario del Gobierno) le
espetó diciendo: “tu roba y calla”. Por cierto, si se
adaptara a algunos personajes de escasos tiempos pasados o
de actualidad, después de tantos desmanes como se vienen
sucediendo, también podríamos perfectamente entenderlo. Lo
que si es cierto es que la revista declaró la guerra por su
cuenta a Inglaterra.
La revista estuvo inicialmente dirigida nada menos que por
Miguel Mihura (de ideas más bien de derechas), colaborando
con él grandes maestros de las letras como Jardiel Poncela y
Wenceslao Fernández Flores (controvertidos autores
cosmopolitas). Víctor Gómez de La Serna (de ideología
conservadora) incorporándose a la misma mas adelante mitos
del humor muy conocidos, cada uno de distinta ideología,
como Gila, Serafín, Chumy Chumez, Mingote, Pigarcía, Tip,
Forges o Máximo.
Según hemos leído, solo un milagro pudo provocar que una
revista creada en tiempos del franquismo y heredera de una
publicación de trinchera llamada “La Ametralladora”, pudiera
convertirse con el paso del tiempo en un espacio apropiado
para la sátira social y, con el tiempo, política y fue
también un prodigio que el cambio se propusiera de la mano
de un ex -combatiente de la División Azul, Álvaro de la
Iglesia. Pero los fenómenos paranormales, a veces ocurren y
La Codorniz se convirtió en un referente intelectual y
humorístico en la España más negra. En 1978, dados los
tiempos “aperturistas y de destape” sus dirigentes
entendieron que ya no tenía objeto seguir editando la
publicación, por la que la misma desapareció.
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