|
Aprieta el calendario hacia el
voto final; quizás por ello se apresuren las
administraciones en ponerle un ‘lazo’ a sus conquistas, para
que estas -sufridas y pagadas por la ciudadanía- sirvan de
reclamo para introducir en la sacrosanta urna democrática el
voto del presunto ejecutor.
De aquí en adelante, el catálogo de logros se paseará por
doquiera que el observador vaya (páginas de los rotativos,
canales de televisión y de radio como soporte fundamental),
reclamando el ‘buen juicio’ que sólo parece presumirse al
pueblo cuando tiene que ejercer este derecho elemental.
Así las cosas, durante esta semana se pone colofón al primer
debate hacia el autogobierno real de Ceuta; mañana llega el
ministro Jordi Sevilla a firmar parte de lo exigido al
Estado por la Ciudad, por lo que el mentado colofón más
parece una ‘primera piedra’. Y lo hace con un amplio abanico
de incumplimientos de lo que prometiera en la pasada
contienda electoral, al menos los más importantes. La
reforma del Régimen Especial Fiscal (el llamado REF) duerme
en las actas del Senado mientras Ceuta y su actividad
económica -prácticamente reducida al turismo y lo comercial-
siguen pidiendo a la Cámara Alta una mayor participación y
beneficios.
No obstante, los deberes no están del todo acabados, el rifi
rafe electoral ha dejado ‘plantada’ y sin ‘perrito que le
ladre’ a la comisión que negociaba la reforma del Estatuto,
paso primero para reclamar una autonomía que sirve más para
llenar la boca dialéctica que para fijar el hecho político
como una realidad posible, tal vez demasiado condicionada
por los equilibrios institucionales y de los acuerdos
puntuales entre partidos.
El Urbanismo ‘sustraído’ a la sospechosa mano del gilista,
sigue en el tejado del Estado, como la fiscalidad antes
mencionada, las cuestiones de Educación, Sanidad y el grueso
de Trabajo, otorgadas a otras comunidades y de especial
relevancia para el desarrollo autónomo del paisaje y
paisanaje de este escueto territorio, están por llegar. Sea
bienvenido el ‘ladrillo inicial’, no obstante, de este
proceso.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
