Es llegado el momento de las
rebajas y Herri Batasuna, a través del portavoz de ETA
Otegui, también pone en el mercado su material con rebajas.
Y ha anunciado a bombo y platillo su oferta de “crear una
autonomía política con el País Vasco y Navarra dentro del
Estado Español”, todo ello sin condenar ni rechazar la
violencia del terrorismo.
Nos parece que ya no quedan incautos en nuestras fuerzas
políticas, que son quienes nos representan y quienes tienen
que tratar sobre las consecuencias de actuaciones de esta
agrupación política que para la discusión de sus propuestas
o intenciones emplean las armas, que se las crean y, menos,
que puedan entender que la oferta viene acompañada de una
verdadera y leal intención de conseguir una autonomía para
el territorio vasco-navarro inadmisible en todo caso ya que,
precisamente partiendo de esta premisa de unir lo vasco con
lo navarro, se está conculcando nuestra Norma Suprema que
establece: “la Constitución se fundamenta en la indisoluble
unidad de la Nación española, patria común e indivisible de
todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho de
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y
la solidaridad entre todas ellas”.
Este es el cauce legal, creemos, para formular propuestas y
a partir de aquí llegar, a través de los contactos políticos
con quienes no utilicen medios ilícitos ni criminales, que a
la vez condenen la violencia y rechacen el terrorismo para
querer imponer su criterio o conseguir sus fines, a un
acuerdo de convivencia con las dos regiones, sin que en
ningún momento, como también establece la constitución, “se
admita la federación de Comunidades Autónomas” (en el caso
que nos ocupa y en la práctica, es lo que propone el ínclito
dirigente aberzale) .
Distinto sería que estas ideas se defendieran desde la
legalidad y no apoyada en la violencia, como hasta ahora
viene ocurriendo, por lo que no es viable hacer valoraciones
sobre las “ofertas” que viniendo de quienes vienen, no
tenemos mas remedio que considerarlas terroristas y entender
que se trata de una estratagema o ardid de guerra para
conseguir, con posterioridad y caso de que se llegara a un
acuerdo con esta rebaja de sus pretensiones, como si de las
“rebajas de febrero” se tratara (que estimamos de verdadera
astucia y engaño artificioso), para llegar a la total
independencia y consecución de un país vasco-navarro y,
posteriormente, anexionarse el territorio de influencia
vascuence en suelo francés, aunque esto último ya la
consideramos de más difícil aceptación, ni siquiera sea en
el ámbito de entablar conversaciones, como las que
actualmente viene llevando a cabo el Partido Socialista
Obrero Español, entre el país galo y los representantes
aberzales.
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