El San Agustín pudo conseguir tres puntos ante el colista
del grupo, pero éstos cayeron presos de sus propios errores
y, cuando todo parecía acabado, el Baenense conseguía dos
tantos que pusieron el equilibrio en el electrónico del
Pabellón Antonio Campoamor.
El partido comenzó con dominio local, ya que los colegiales
movían el balón de un lado a otro, conduciéndolo por toda la
pista. El primer gol se hizo esperar, ya que llegó en los
últimos compases de la primera parte, concretamente en el
minuto 17, cuando Hugo introduce en la portería un balón que
queda muerto tras un disparo de Coca.
Los rivales no tardaron en reaccionar y, un minuto más
tarde, Koeman lanza un balón con fuerza que primero detiene
Claudio, pero que después queda muerto y es introducido en
el fondo de las mallas por Recio. La primera parte finalizó
con un apagón de luz.
Los ceutíes salieron muy fuertes en la segunda mitad, fruto
de ésto, Coca marca dos goles y tranquiliza por unos
momentos a sus seguidores.
Cuando el partido parecía sentenciado, Pichi, el jugador más
creativo de los visitantes, empuja hasta el fondo de la
portería un balón que queda muerto junto a la línea de gol.
Con un sólo gol de diferencia, el Baenense comienza a
disfrutar de sus mejores momentos sobre la pista. Y Nono
empata el partido a tres minutos del final. La euforia se
apodera de los jugadores visitantes, quienes comienzan a ver
el partido con otros ojos.
A 20 segundos del final, Hugo salva a su equipo quitándole a
Recio de sus botas un balón, cuando éste iba en dirección a
una portería que estaba vacía ya que Tibo había sido batido
anteriormente.
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