En la tarde noche de ayer se inauguró oficilamente la Casa
de Hermandad-Oratorio de la Primitiva Hermandad de Nazarenos
del Sagrado Descendimiento, Santa Cruz en Jerusalén,
Santísimo Cristo del Buen Fin en su traslado al Sepulcro y
María Santísima de la Concepción.
A la inauguración asistió el presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas Lara y el secretario de
la Vicaría, el padre José Manuel, así como un gran número de
hermanos cofrades.
La bendición de la nueva Casa de Hermandad-Oratorio de la
Cofradía del Descendimiento corrió a cargo del director
espiritual de la Hermandad, el padre Alejandro Sevilla
Segovia, el cual también tuvo unas palabras de apoyo y
reconocimiento hacia la Hermandad.
El hermano mayor de la Cofradía, Carlos Torrado, el cual se
encontraba arropado por los miembros de su junta de
gobierno, destacaba a nuestro rotativo que la idea de
intentar construir una Casa de Hermandad para la Cofradía
comenzó a fraguarse en los años 80, cuando la Hermandad
compró un pequeño solar interior en la zona de Serrano
Orive, frente a las antiguas Adoratrices. Para él mandó
proyectar una Casa de Hermandad, proyecto que realizó el
arquitecto ceutí y hermano de la Hermandad, Francisco Pérez
Buades en 1988.
Ha sido precisamente este antiguo proyecto el que ha servido
de base al realizado en 2004 para ejecutar la obra.
La salida de pasaje Fernández, donde la Hermandad ha vivido
casi quince años, obligó a la junta de gobierno actual a
tomar una decisión rápida sobre construir o no el solar,
pues ya habían pasado muchos años desde que se comprara y
había que decidirse.
En el mes de agosto de 2004 se iniciaron los trámites para
el inicio de la obra, iniciándose la construcción en el mes
de septiembre.
La construcción se va a financiar con un préstamo que Caja
Madrid concedió como hipotecario, con fondos que tenía
ahorrados la Hermandad y con la colaboración de una cuota
anual que algunos hermanos y colaboradores están ofreciendo.
La distribución del edificio es la siguiente: planta baja
diáfana; en la entreplanta un pequeño coro, que sirve a la
vez de tránsito para acceder a la segunda planta y en ésta
se distribuyen tres espacios: dos primeros para despachos y
el tercero como sala de usos múltiples. Corona el edificio
una terraza visitable.
El acceso de diario se hará por una pequeña puerta en la
fachada que discurre por el callejón y que va a desembocar a
la placita interior de las antiguas Adoratrices, puerta que
da paso tanto al espacio en planta baja como a la propia
casa. La fachada principal da a esa plaza y cuenta con una
gran puerta de salida para el paso.
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