El dossier sahariano, las “Provincias del Sur” para
Marruecos, es el pivote más importante sobre el que descansa
la política exterior de Rabat. En este sentido, está
despertando bastante expectación la adopción de una salida
definitiva, pactada entre ambas partes, para este serio
problema que emponzoña las relaciones exteriores de
Marruecos afectando, incluso, a su estabilidad interna. El
último año ha sido prolijo en enfrentamientos con las
fuerzas de seguridad, no tanto por divergencias
independentistas (alentadas por el Frente Polisario) si no
generadas también por un descontento social de amplia base.
Una amplia y generosa autonomía del territorio, a “la
española” o a “la alemana” (lands, incluso quizás con alguna
fórmula mixta, se prfila como la última y definitiva carta
que estaría jugando, a fondo, el régimen alauí. Recordemos
que según fuentes solvientes, las provincias saharianas se
“comerían” el 12% del PIB (Producto Interior Bruto) del
país.
En este sentido, de apoyo a una amplia autonomía de la
región, se enmarcarían los dos últimos “avales”alcazados por
la diplomacia marroquí.
Así y en un memorándum alcanzado entre el Reino de Marruecos
y la República Islámica de Irán (del que informaba ayer en
portada el diario “Le Matin”, el ministro iraní de Asuntos
Exteriores, Manouchehr Mottaki, habría entendido la “gestión
prudente por Marruecos de la cuestión del Sáhara”, añadiendo
que “nosotros sostenemos una solución política duradera
entre las partes concernientes al Sáhara y exhortamos a los
dirigentes musulmanesa tener sensatez para arreglar esta
cuestión”.
El régimen iraní es el segundo exportador de petróleo a
Marruecos (después de Arabia Saudí), por un importe de 800
millones de dólares en el pasado ejercicio del 2006.
Por otro lado y en una reunión anteayer, martes 6, en París
entre una importante delegación marroquí encabezada por el
ministro de Interior, Chakib Benmoussa y formada por el
ministro delegado de Interior, Fouad Ali El Himma, el
director general de la DGED (servicios de inteleigencia),
Mahamed Yassin Mansouri y Taib Fassi Fihri, ministro
delegado para Asuntos Exteriores y Cooperación, se habría
alcanzado otro importante respaldarazo, nada extraño pues
Francia está posicionada como la gran valedora del Reino de
Marruecos.
Si por parte marroquí se matizó que con su última propuesta
“nos enmarcamos en la línea del Consejo de Seguridad
relativa a una solución política mutuamente aceptable en el
marco de un compromiso”,para el jefe de la diplomacia
francesa, Philippe Douste-Blazy, “el plan es serio y
constructivo”, iguales palabras que empleó el presidente
galo, Chirac.
|