Sí, la producción de resina de cánnabis es abundante.... y
su requisa tampoco le anda a la zaga. En el mundo del
narcotráfico, más allá del Tarajal, se reconoce -según ha
podido evaluar EL PUEBLO- que en los últimos tiempos las
“dificultades” a tan particular comercio han ido “in
crescendo”.
Por otro lado y según un reciente informe de la JIFE (Junta
Internacional de Fisalización de Estupefacientes) emitido en
Viena el pasado 5 de febrero, los esfuerzos de las
autoridades marroquíes en la lucha contra el tráfico de
drogas habrían hecho disminuir, en un 40%, la superficie
plantada de cánnabis índica en el último año.
El embajador de Marruecos ante el organismo internacional,
Omar Zniber, reafirmó públicamente “el firme compromiso de
Marruecos para hacer frente al cultivo del hachís”, según
informa la MAP, concretando “en 2006 las amplias campaña de
erradicación de esta planta, los esfuerzos de
sensibilización de la población concernida, así como el plan
global que tiende al desarrollo de actividades
alternativas”.
En un gesto hacia la comunidad internacional, el diplomático
“destacó también la importancia de la adopción por parte de
Marruecos de una estrategia antidrogas y señaló que los
esfuerzos marroquíes en este ámbito merecen el apoyo de sus
socios, especialmente los europeos, visto el principio de
responsabilidad compartida”.
Solo y según datos que pudieron ser comprobados “in situ”
por EL PUEBLO, fueron erradicadas durante el pasado verano
en el operativo “Larache sin cánnabis” más de 3.600
hectáreas. El “kif” de Larache (un 12% de la producción
total) está considerado de menos calidad en el conjunto de
la producción nacional, dando trabajo aproximadamente a
75.000 personas.
Aun así, el trabajo por hacer es ingente.
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