Los que mandan seguro que se
habrán reunido para confeccionar las listas llegando a un
acuerdo entre ellos para saber, por principio, a quiénes van
a quitar de las mismas y, una vez hecha esa “limpia”, saber
quiénes ocuparán esos puestos que los que han “limpiado”
dejarán vacante. Me imagino que la cosa deberá ser de esta
manera. Este asunto no lo puedo afirmar porque, entre otras
cosa, servidor pasa de pertenecer a ningún partido, aunque
tengo que reconocer que algo sé de cómo se tratan esto
asuntos. Y muy equivocado tengo que estar para no haber
acertado en la forma en la que se hacen las listas,
empezando por eliminar a los que no han rendido a gusto de
los mandamas o han tenido la fea costumbre de enfrentarse a
algunos de ellos.
Eso de enfrentarse, a algunos de los que manda con gorra y
pito incluido, les puede llevar a quedarse fuera de la lista
por contestarios. ¿Cómo se han atrevido a echarle un pulso o
contradecir a algún “manda” de los de la gorra y el pito
elegidos, como tales, por la gracia de Dios?. Esos, lo digo
con toda la seguridad del mundo, sin temor alguno a
equivocarme, han cavado su propia tumba política. Una
auténtica pena porque, de todos ellos, muchos son de una
gran valía. Y echarle un pulso, a los mandas de la gorra y
le pito elegidos por la gracia de Dios, además de
demostrarles, día a día, una mayor preparación cultural y
política que ellos, es tener todas las papeletas para
quedarse fuera de esa lista.
Y ni te cuento, serrana del alma, si algunos de los que
están más preparados cultural y políticamente que los
elegidos por la gracia divina que tuvieron un enfrentamiento
con ellos, tienen piquitos de oro a la hora de dirigirse al
personal, esos es que no tienen solución. Vamos que no van
en la lista ni aunque se produzca un milagro. ¿Cómo es
posible qué, algunos de esos personajes, sepan ser mejores
oradores qué cualquiera de los “elegidos”, que cuando hablan
le pegan unas patadas al diccionario, que para sí las
quisiera Roberto Carlos a la hora de golpear el balón?. Eso
no lo pueden permitir y lo mejor que se puede hacer con
ellos, según los “elegidos”, es enviarlos al ostracismo
político
En sus puestos serán colocados esos grandes amiguetes, que
han demostrado una enrome servidumbre ante el “manda” de
turno y que, por supuesto, además de no darles ningún
problema están menos preparados cultural y políticamente que
el “manda” de turno. ¡Que ya es decir!.
No diré, por el bien de ellos, ningún nombre de los que
considero unos buenos políticos, culturalmente bien
preparados y con piquitos de oro, muy superiores en todos
los terrenos, tanto en preparación cultural como en política
o a la hora de hablar en público. Y no doy nombres aunque
haberlos, como las meigas, haylos, porque sería pasaporte
asegurado para que desaparecieran del mapa político, y se te
vi no me acuerdo.
Por ello, prefiero guardar silencio, para evitar que si,
aún, tienen una mínima posibilidad, cosa que no creo, al
intervenir el menda recomendando su nombre sea,
fulminantemente, arrojado al ostracismo. Aunque, algunos de
ustedes, no crean lo que les estoy diciendo es una gran
verdad.
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