Agentes de la Guardia Civil, acompañados por el juez
instructor del número 3 de los de Ceuta quien ha decretado
el secreto del sumario, irrupieron sobre las 19’00 horas de
ayer en un local de la Galería de Las Palmeras dedicado a
locutorio telefónico para proceder a un registro ante la
sospechas de que la actividad sirviera para ‘tapar’ la
verdadera dedicación: el tráfico de inmigrantes.
Hasta el momento dos son las personas detenidas, una mujer,
C.E.D.P. ceutí y su, al parecer pareja sentimental, un
subsahariano residente en el CETI.
El resgistro se inició a las 19’20 horas y concluyó en torno
a las 21’30 horas. Antes, la Guardia Civil había requisado
cinco ordenadores y abundante material tanto informático
como de documentación que se encontraba en el interior.
La detenida estuvo presente durante el registro y tras
concluir este fue conducida hasta las dependencias de la
Guardia Civil para prestar declaración antes de ser
entregada al juez como imputada por un presunto delito
contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. C.E.D.P.
es la propietaria del locutorio, residía en el mismo local
en su parte de arriba antiguamente destinado a almacén pero
que reconvirtió en dormitorio.
Sospechas
La Guardia Civil tuvo sospechas del ingente número de
inmigrantes que se daban cita en la Galería cada día lo que
la puso en alerta. Tras varias semanas de seguimientos e
investigación, el operativo se desarrolló en la tarde de
ayer.
La ahora detenida es trabajadora del CETI con un contrato
temporal del Plan de Empleo por sus conocimientos en
integración social; fue allí donde ideó hace unos seis meses
la posibilidad de abrir un locutorio telefónico para dar
servicio a los inmigrantes residentes en el Centro Temporal.
En el CETI habría conocido a su primera pareja al que le
habría contratado para ‘arreglar’ sus papeles en España. Sin
embargo, poco más tarde conoció a un segundo subsahariano,
ahora detenido, con quien habría establecido la trama para
facilitar documentación necesaria a los inmigrantes y
regular de ‘algún modo’ su situación en España, actividad
por la que estaría logrando algún beneficio económico.
El estudio del material informático y las investigaciones
aún abiertas, además de su declaración, podrán ser tenidas
en cuenta por su señoría para ampliar el número de detenidos
si los hubiere por este delito.
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Tras su etapa en el GIL hizo integración Social
La ahora detenida por su presunta
responsabilidad en una trama que favorecía el
establecimiento en España de inmigrantes sin papeles, había
sido personal de confianza en la época del gobierno GIL
alcanzando un cargo en el gabinete de Presidencia donde
ejercía de coordinadora.
Tras la caída gilista, la ahora detenida por ser
presuntamente responsable de un delito contra los derechos
de los trabajadores extranjeros, realizó un curso de
integración social que le sirvió, a su conclusión, para
realizar prácticas en el CETI.
Una vez acabada esta etapa ideó lo del locutorio antes de
ser llamada desde el Plan de Empleo para un contrato de
nueve meses en el Centro Temporal de aproximadamente 1.200
euros/mes. El locutorio telefónico llevaba en marcha unos
siete meses.
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