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La Ciudad Autónoma ha confirmado
que el próximo día 13, martes para más señas, tiene prevista
su visita a Ceuta, después de haberlo hecho en Melilla, el
ministro para la Administraciones Públicas, el socialista
Jordi Sevilla.
Tras ‘pasarse’ por el stand que el Gobierno local instaló en
la Feria Internacional de Turismo de Madrid y anunciar el
acuerdo que al día siguiente iba a ser aprobado por el
Consejo de Ministros, como así ha sido, Sevilla les comentó
que en breve se firmaría en Ceuta lo finalmente pactado.
Y así va a ser. El lunes día 12 rubricará en Melilla con
Juan José Imbroda el acuerdo alcanzado y, posiblemente en la
tarde-noche del mismo día 12 viaje hasta Ceuta dado que está
prevista la firma con Juan Vivas en el Palacio de la
Asamblea para la mañana del martes 13.
A partir de ese momento se pondrán en marcha los mecanismos
necesarios como para que ambas administraciones se coordinen
con el objetivo puesto en la cogestión de las políticas
activas de Empleo y de los Servicios Sociales. El ministro
ha sabido mantener la calma en mitad de la confusión
generada por un escenario creado de bronca política entre
PSOE y PP donde se salpicaba a Ceuta y a Melilla (gobernadas
por el PP) en el entorno de la Conferencia de Presidentes
donde la división entre partidos quedó bien patente.
El pragmatismo puesto en práctica por Sevilla es digno de
elogio, aunque sin la ‘presión’ y la insistencia de los
gobiernos de Ceuta y Melilla ante peticiones no sólo
lógicas, sino justas, han contribuido de modo definitivo a
que se llegase a un acuerdo mejorado del que, a priori,
presentaba el Gobierno de la Nación para estas dos ciudades
autónomas.
Más dinero para los MENA; cogestión para políticas activas
de empleo y servicios sociales, pudiendo proponer los
nombres de sus respectivos directores territoriales y
contemplar, a través de la Ley del Suelo, la devolución de
las competencias en Urbanismo, son logros que facilitan un
mayor autogobierno. No es el final del camino pero es una
buena vía, la del diálogo y la responsabilidad, por la que
que se puede circular con esperanza y dignidad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
