Se entregaron los premios Goya y,
en esta ocasión, los cómicos no hicieron gala de ningún
letrerito contra nada ni contra nadie. Todo en detalle de su
parte, que vino a demostrar cuando es necesario portar el
letrerito en cuestión, dependiendo de quienes sea los que
manden.
La gala presentada por Corbacho, que tiró de su sentido del
humor, fue más de lo mismo. Un reparto de premios que
estaban más cantados que la lotería de Navidad por los niños
de San Idelfonso. En fin, que los premios se los levaron los
que se los tenían que llevar, y todos contentos y felices a
casita, con sus Goyas en los brazos, para colocarlos en el
sitio correspondiente. Y hasta el año que viene, qué quién
sabe si volverán a lucir, los cómicos, algún que otro
letrerito en sus solapas ya que, en este mundo traidor nada
es verdad, ni mentira, todo es según el color con el que se
mira.
A pesar de la entrega de los premios Goya, de la gran fiesta
vivida por los cómicos españoles cada año, el cine español,
pierde millones de espectadores sin que nadie pueda frenar
esa caída en picado. Claro , a lo mejor, es que nadie se ha
puesto a pensar, porque pensar cuesta su trabajo y eso no
está subvencionado, si la mayoría de las películas que se
hacen no les interesa, para nada, al público español que
está cansado de ver siempre los mismos temas tratados de
diferentes maneras, pero sin aportar nada nuevo. De ahí que,
las únicas películas que triunfan en las carteleras, sean
las que hacen Segura y compañía más alguna de Almodóvar o
Abenamar. Pero, sobre todo, las que hace Santiago Segura que
bate record de taquilla.
¿Y cómo es posible qué triunfen las películas de Segura, qué
no son nada del otro mundo, y sean un fracaso total el
resto?. La explicaciones muy sencilla. Las películas se
Segura enganchan, entre otras cosas, por su simplicidad que
nos hacen no pensar y pasar un rato divertido que es a lo
que vamos al cine. Los guiones del resto de las películas
que son un auténtico fracaso son, siempre, sobre los mismos
temas, homosexualidad, drogas y cama. Y esos temas, están
muy pasados de moda, no interesan a nadie por muchos
millones que se den de subvención a ese tipo de películas.
Subvenciones que no son más que tirar a un barril sin fondo
el dinero de todos los españoles.
El cine español, que duda cabe, echa de menos a directores
de la categoría de Barden, Berlanga e incluso al mayor de
los Ozores con sus películas tan divertidas, de las que han
sido protagonistas los mejores humoristas españoles y que
llenaban las sala de los cines.
¿Hay, en la actualidad, alguna película qué pueda competir
con ”La Vaquilla”?. Una auténtica joya del cine español que
ha marcado toda una época y que, aún , con el paso de los
años sigue manteniéndole interés de los espectadores. El
mismo interés, que sigue manteniendo “Bienvenido Mister
Marshall”, otra de las joyas del cine español. Y es que,
como decía la sabia de mí abuela,: el que sabe, sabe.
Y a lo que servidor añade, y el que quiera cine que lo pague
de su bolsillo. Que salgan los productores jugándose su
dinero sin subvención y se acabaron las películas malas con
avaricia.
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