“Mussem” y fiestas populares (con cierta semejanza a
nuestras “romerías”) no dejan de enriquecer y animar el
calendario musulmán en Marruecos, siendo la “Ashura” uno de
ellas.
El alcalde de la ciudad, Dahmane Derhame, reconoce la
antigua tradicción del “mussem” así como su directa
repercusión económica en las arcas municipales, estimada en
un millón de dirhams (algo menos de cien mil euros). También
afirma en un comunicado oficial, haber consultado y tenido
en cuenta al sector del comercio quien se habría quejado de
“encontrar sus intereses amenazados por la celebración de
éste mussem”.
Pero nunca llueve a gusto de todos. Además del malestar
existente en el bullangero comercio ambulante, cualificados
representantes oficiales reclaman, más que una suspensión,
una mejor organización de un “mussem” que daba mucha vida a
lo largo de casi un mes.
Aunque popularmente suele enetenderse la “Ashura” como un
equivalente a la festividad cristiana de “Reyes”, la
realidad es que para el sentir religioso musulmán se trata
de algo más. Junto al jolgorio en los zocos y la compra de
regalos para los niños, los adultos suelen tener por
costumbre visitar los cementerios y repartir una parte de su
renta a los pobres, cumpliendo así con el tercer pilar del
Islam: la limosna o “zakat”.
También los fieles más practicantes tienen por norma
mantener ese día un ayuno, ésta vez de carácter voluntario y
no obligatorio como en el sagrado mes de Ramadán.
La fiesta de la “Ashura” (que este año cayó ayer, 30 de
enero) se celebra el décimo día del mes de Moharrám, el
primer mes del calendario musulmán de la Héjira que se rige
por la luna, motivo por el que cada año las fechas son
movibles respecto al calendario occidental.
Para el mundo islámico, nos encontramos en el año 1.428
Por otro lado, un voraz incendio se cebó, enla noche del
lunes al martes, con el zoco del “bidonville” de Casa
Barata, arrasándolo por completo. Afortunadamente, no hay
que lamentar pérdidas humanas.
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